¿Hasta dónde puede llegar el odio, el racismo, el desprecio, hacia quienes vivimos honradamente de nuestro trabajo?
Las he visto en el video que circula en internet y no puedo creer lo que veo. Podemos tener diferencias de opiniones políticas, podemos ver el mundo de diferente forma, podemos tener sueños diferentes, pero lo que ustedes hacen y dicen, no tiene nombre. Y se supone que ustedes son personas cultas, educadas, cristianas, muy probablemente católicas, defensoras de la ‘democracia occidental y cristiana’. ¡Hipócritas!