Lo ocurrido en París, es equivalente a lo ocurrido en Londres hace unos meses, a lo que ocurre en Holanda, en Alemania, en España y en Suecia, en general en los 34 países de la llamada Comunidad Europea que levantaron sus respectivos muros a la vez que se alegraban de ver caer el llamado muro de la "vergüenza" de Alemania.

Les hacemos llegar nuestra respuesta a lo expresado por el Sr. Edwards (enviada al diario EL PAIS) con el objetivo de aportar elementos que contribuyan a esclarecer los hechos y a tratar de situar el debate en un necesario nivel de seriedad que la situación exige.

Es importante observar que lo de Francia puede ocurrir en toda sociedad que profundiza la brecha entre marginalidad y opulencia, debilita los estratos medios y pauperiza los sectores populares.
Chile demuestra un modelo boyante en su macroeconomía, pero con similares pies de barro como puede haberlo tenido Francia en sus poblaciones suburbanas.

El mundo no ha dejado de oponerse cada vez más al bloqueo genocida de Estados Unidos contra Cuba. Cada año son menos los países que al momento de la votación respecto del criminal bloqueo que sufre se atreven a ausentarse o  a declarar abstención. Los números son claros.

Aun si la nanotecnología se quedara en su primer estadio, la fabricación de nanopartículas de diferentes elementos, tendrá impactos económicos que harán palidecer cualquier revolución tecnológica previa. No sólo mediante las patentes, sino también por la sustitución de materias primas.