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La vergüenza neoliberal (II-Parte)

La vergüenza neoliberal (II-Parte)
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La vergüenza neoliberal (I-Parte)
por Jorge Molina Araneda (Chile)
Publicado el 19 julio, 2017

En 2015 el banco Credit Suisse, en su Global Wealth Report, reveló que el 1% más rico de la población mundial concentraba igual riqueza que el 99% restante. Una situación inaceptable por donde se le mire.

Las fuerzas de la globalización y el cambio tecnológico aumentaron la brecha de ingresos y riqueza. Las decisiones de política de gobiernos de derecha y socialdemócratas, “amigos del mercado”, han aumentado la concentración con privatizaciones, exenciones impositivas, flexibilidad y falta de protección al trabajo y a los jubilados y pensionados. “Trabajemos con los mercados y no contra los mercados”, era la frase antes de la crisis de 2008, pero esos mercados están cada vez más concentrados, con lo cual el campo de juego está inclinado más y más a favor de los más ricos, las corporaciones multinacionales y sus dueños. Como ha ocurrido tantas veces, para salir de la crisis económica-financiera los países capitalistas avanzados transfieren los costos de la misma al resto del mundo absorbiendo vía financiera, comercial o tecnológica los recursos de la periferia capitalista concentrando aún más los ingresos a nivel mundial.

Por otro lado, el informe Una economía al servicio del 1%, de la Fundación Oxfam (2016), también muestra cifras de terror al respecto. Entre ellas destacan:

En 2015, solo 62 individuos poseían igual riqueza que la mitad de la población mundial (unos 3.600 millones de personas). En 2010, eran 322 personas. En 2017, solo ocho personas. La riqueza de estas 62 personas aumentó en 44% entre 2010 y 2015. La riqueza del 50% más pobre del mundo se contrajo en 41% en igual período.

En lo que va del siglo XXI, la mitad del aumento de la riqueza mundial ha ido a manos del 1% más rico, mientras que el 50% más pobre del mundo solo ha recibido el 1% de esa nueva riqueza.

La brecha salarial entre el trabajador medio y los altos directivos se ha ensanchado  marcadamente: mientras los ingresos de los presidentes de las principales empresas estadounidenses han crecido en 54% desde 2009, los salarios medios casi no han variado. El presidente de la principal empresa de tecnología de la India gana 416 veces más que el trabajador promedio de esa misma empresa.

La evasión y la elusión tributaria ha aumentado y ha sido  facilitada por los paraísos fiscales. De las 200 empresas más grandes del planeta, 9 de cada 10 tienen presencia en paraísos fiscales. Se estima que la riqueza personal oculta en paraísos fiscales alcanza una cifra superior al del PIB de Alemania y el Reino Unido juntos.

El 30% del patrimonio de los africanos ricos están en paraísos fiscales, lo que genera pérdidas tributarias que serían suficientes para financiar servicios de salud que podrían salvar la vida de 4 millones de niños, y contratar a los maestros necesarios para escolarizar a todos los niños de ese continente.

El sector financiero es el que más rápido ha crecido durante las últimas décadas, y concentra a 1 de cada 5 milmillonarios en el mundo.

El abusivo control de la propiedad intelectual y las patentes han contribuido a configurar la situación de extrema desigualdad en el mundo. En 2014 las empresas farmacéuticas destinaron más de US$228 mil millones (más que el PBI de Perú) a lobbystas para “gestionar” sus intereses en Washington.

El crecimiento económico tan sólo está beneficiando a los que más tienen. El resto, la gran mayoría de ciudadanos de todo el mundo y especialmente de los sectores más pobres, se están quedando al margen de la reactivación de la economía. El modelo económico y los principios que rigen su funcionamiento nos han llevado a esta situación que se ha vuelto insostenible e injusta.

Para lograr reducir la brecha entre los más ricos y los más pobres, e incluso eliminarla, los gobiernos deben trabajar a favor del 99% de la población; no solo deben competir sino que deben cooperar entre sí; las empresas también deben operar en beneficio de toda la población.

Según un estudio de la Fundación Global Justice Now (2016), las empresas disfrutaron de un buen año entre el 2015 y el 2016. Compañías como por ejemplo Walmart, Apple, Shell, Exxon Mobil y China National Petroleum registraron más ingresos que 180 países juntos.

Lo anterior también sucede en grandes titanes industriales como General Electric, Dow Chemical o Bayer AG, que crecen en base a la adquisición de las empresas  rivales. La misma concentración se ve en la banca. Las cinco mayores firmas de Wall Street concentran el 45% de los activos, el doble que a comienzos del milenio.

Finalmente, y a modo de reflexión, el matemático y filósofo Bertrand Russell decía “Los defensores del capitalismo tienden a apelar a los sagrados principios de la libertad, que se encarnan en una sola máxima: los afortunados no deben verse limitados en el ejercicio de la tiranía sobre los desafortunados”.


https://www.youtube.com/watch?v=mf1A72eObBc

 

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1 Comentario

  1. jose garcia peña

    La delincuencia organizada siempre se ha adornado con palabras biensonantes,
    lo triste es, que los que sufren la delincuencia tambien se acoplan a este juego
    torcedor de definiciones.
    En política, derecha e izquierda (diestra y siniestra), significa para los delincuentes
    que la derecha está autorizada a cometer actos siniestros contra la izquierda.
    Con la palabra biensonante que es neoliberal, están definiendo a un sistema
    basado en la corrupción y el terrorismo financiero.
    Los medios de comunicación que no están sometidos al sistema, deberían
    substituir la palabra neoliberal por la palabra noecriminal.

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