Chile esta sitiado por la derecha
por Dr. Enrique Villanueva M. (Chile)
11 años atrás 7 min lectura
Mas allá del show mediático permanente con medios de comunicación controlados y dirigidos por el gobierno, para mediatizar la brutal pelea por el poder, la realidad es que la derecha esta quebrada. La sonrisa permanente de la hija del ex General director de la Academia de Guerra Aérea, difícilmente podrá borrar la división política que su nominación provocó en la derecha.
La UDI que durante estos cuatro años gobernó a medias, ahora se impuso y plantea el control total del poder político, arrasando con sus aliados e imponiendo sus candidatos a la presidencia y al Congreso Nacional. La razón de todo esto es también clara, sienten que su paternidad del modelo impuesto en Chile hace 40 años se ha debilitado y que los vientos de cambio soplan cada vez mas fuerte.
Representan un sistema neoliberal en crisis, que si bien y como en toda su historia ( del capitalismo) lo ha hecho, se acomoda a las realidades históricas, hoy en todo el mundo ha demostrado su fracaso. Estos políticos ultraderechistas con camuflaje de centro derecha, son los representantes del abuso del retail, de la banca y del sistema financiero especulador, de quienes extraen nuestras riquezas, el cobre, la madera, productos del mar y el agua en beneficio de sus intereses.
Por eso es que las elecciones a Presidente y al Congreso de Noviembre no son una mas, involucran nuestro futuro, el cual nos avizora tarde o temprano enfrentarnos y con que gobierno, a los coletazos de una crisis neoliberal, económico financiera, a nivel mundial. La derecha y los conservadores de centro izquierda saben o perciben lo que viene, que ante la profundidad de la crisis actual y para conservar sus intereses, el modelo de soluciones a exportar para Chile ( y Latinoamérica ) son las propiciadas por la derecha europea, cargando los costos a los que trabajan, acumulando capital a costa de bajos salarios y cesantía.
Históricamente y así lo demuestra la salida de la Gran Depresión, en EEUU de los años 29, esta no fue por obra y conciencia de los dueños del poder económico en ese entonces. La salida fue consecuencia de una enorme agitación social, dirigidas por partidos con organización y conciencia de izquierda, inspirados por la Revolución Bolchevique y la Unión Soviética en ese entonces, lo que causó la respuesta del presidente Franklin Roosevelt, con el New Deal.
Producto de ello en 1933 y durante la administración de Roosevelt se aprobaron leyes de reforma de la banca, programas de ayuda de emergencia, programas de trabajo, y programas agrícolas. Más tarde, un segundo New Deal fue evolucionando e incluyo programas de protección de sindicalistas, la Ley de Seguridad Social y los programas de ayuda a los arrendatarios y los trabajadores migrantes.
He aquí las razones y el apuro de la UDI por legalizar la criminalización de la movilización social, que si bien hoy no alcanza tales dimensiones, como las que provocaron el New Deal, si en perspectiva representan una amenaza para el sistema. Es lo que explica la falta de respuesta de las estructuras de poder a las demandas populares a favor del cambio.
El problema que enfrentamos entonces no es simple y la situación política actual tampoco, la derecha lanzo su estrategia de defensa del sistema a como de lugar, es mas, consideran peligroso un próximo gobierno de izquierda. Ellos saben que su opción presidencial está perdida, pero se están organizando para seguir haciendo lo que durante 23 años han hecho, apoderarse del Congreso y desde allí obstaculizar los cambios y garantizar la continuidad del sistema.
Por lo tanto para el próximo gobierno, de 4 años, los amarres de 40 años van a pesar como nunca, tendrá que enfrentar la disyuntiva de realizar los cambios necesarios y con ellos abrir caminos para transformaciones más profundas. Por eso el primer gran desafío es cambiar la Constitución, por lo cual es necesario saber como se hará en la eventualidad de mantenerse la estructura del binominal y con la derecha con la mayoría de votos en el Congreso,
La actual composición de la Centro izquierda sin un equilibrio político de la izquierda, hoy dispersa, es débil y no avizora acuerdos en este sentido, ojala se alcancen. La derecha sabe esto, tiene el poder de los medios de comunicación y los aprovecha, metiendo pelos en la sopa para incentivar a que algunos atornillen al revés.
Hoy por hoy el cuco es el Comunismo, algo que no es nuevo, por el contrario, es una campaña trasnochada y que suena hasta ridícula. No por casualidad trajeron a la señora Paya reclamando por democracia en Cuba, acusando de asesinato al gobierno Cubano sin siquiera enterarse y con responsabilidad, de los hechos sucedidos.
Esta bien preocuparse de situaciones que puedan afectar los derechos de las personas en todo el mundo, como en IRAK, en Afganistán, en Palestina, en Siria, en Egipto, pero no traigan de nuevo el cuento de la “dictadura cubana”. Un país al cual le han violado sus derechos de soberanía, bloqueado por Estados Unidos, con el fin de negarle dinero y suministros, con la intención de disminuir los salarios reales y monetarios, para causar hambre, desesperación y lograr el derrocamiento del gobierno cubano, una estrategia violentamente antidemocrática que sin embargo no se denuncia y que se ha implementado desde 1960.
Porque en Chile los partidos políticos, particularmente de la Centro Izquierda no levantan con fuerza una voz de apoyo al pueblo Mapuche, estigmatizado como terroristas por lo tanto maltratado y violentado como nunca en su historia y al amparo de la ley. Todos los días niños y mujeres son violentados en sus hogares, viven sitiados militarmente, victimas de la represión y del odio, no se les reconocen sus derechos que son ancestrales ni sobre sus tierras.
Cierro el paréntesis, junto con avanzar en los cambios que Chile necesita hoy, la unidad política en torno a un proyecto común es imprescindible. De otra manera ni la brillantez, ni la consecuencia, ni la honradez de una presidenta o presidente serán suficientes.
Chile esta sitiado políticamente por la derecha y por el poder económico que esta representa, por ello lo mas probable es que debamos seguir movilizándonos masivamente para acompañar o criticar el liderazgo presidencial y político, presionando legítimamente por nuestros derechos conculcados. El dilema que enfrentamos los chilenos (as) y que tenemos por delante es claro, si no tenemos una institucionalidad política que inicie la creación de una nueva organización económica, que de garantías a los derechos y deberes ciudadanos, nos vamos a quedar dando vueltas en círculos como ha sucedido en estos últimos veinte años.
Por todo esto, vivimos un momento histórico de cambios, por lo cual la voluntad de asumir los desafíos debe ser expresa, con sentido estratégico, definiendo con claridad que es lo que se puede hacer en estos cuatro años, pero en vista de cambios sustantivos: como por ejemplo redefinir el papel del Estado en la Economía y la Sociedad, Educación publica y gratuita, reforma laboral y derechos de los trabajadores, reforma que termine con el abuso tributario.
Esto junto a otras medidas no menos importantes para frenar las injusticias expresadas en otras esferas de nuestra vida y que están mas allá de la política cotidiana, el abuso infantil, la violencia intrafamiliar, la drogadicción y el narcotráfico.
Finalmente todos estos son también problemas de nosotros los ciudadanos y ciudadanas, no es solo tarea de los políticos y de los partidos, la mayoría de los chilenos estamos descontentos y preocupados por la situación actual del país. Pero seguimos inactivos mirando el curso de los acontecimientos, hay que salir de esta modorra, este es un momento de organizarse como independientes o como militantes de partido, pero fundamentalmente como ciudadanos activos.
– El autor, Enrique Villanueva M., es ex dirigente Rodriguista
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