Morir en la empresa… o cómo trabajar en un Call Center puede matar
por Marcelo Fonseca (Chile)
13 años atrás 4 min lectura
31 Diciembre, 2012
Gloria Munita falleció en los baños del Call Center de Unisono en Estación Central. Así, sin ruido, sin ayuda médica y sin poder despedirse. A sus 47años esta madre de 3 hijos se fue un día de noviembre..
Cargaba en su mochila un cáncer en tratamiento y meses de maltrato recibido por parte de la empresa quienes le negaron sistemáticamente la posibilidad de ir al médico en su horario de trabajo.
En sus últimos suspiros, la única ayuda que recibió Gloria fue la de otra trabajadora, una empleada de la empresa de aseo que la encontró tendida en el suelo y que trató de ayudarla como pudo. Luego llegaron sus compañeros de plataforma y entre todos trataron de prestarle auxilio. Todo esto en un clima de absoluta indolencia de la empresa a la cual día a día ella entregó su trabajo.
El caso de la muerte de Gloria puede ser uno de los más impactantes pero está lejos de ser el único. La empresa de Call Center Unisono se ha transformado en un “buque insignia” de maltrato a los trabajadores.
Al de Gloria podríamos sumar el caso de Jorge Ortega de 27 años, que falleció en octubre fruto de una cirrosis fulminante y que nunca pudo recibir un tratamiento adecuado debido al impedimento sistemático de parte de la empresa de dejarlo asistir a su tratamiento médico mientras estuviera en horario laboral. A Jorge lo vino a buscar una ambulancia a las puertas del Call , fue ingresado a la Clínica Dávila y luego de un mes falleció.
Y también están los casos de Mercedes a quien hasta el día de hoy la empresa le niega la posibilidad de ir al baño, sin escuchar las recomendaciones médicas específicas a su enfermedad. O el caso de de Ivan Concha quien hace sólo 2 semanas tuvo que ser sacado del Call Center por Carabineros apelando los delegados sindicales a la Ley de Auxilio para que pudiera ingresar a un centro hospitalario.
Dos muertes y maltratos que parecen no pesar en la consciencia de esta empresa que estima que los problemas de salud de los trabajadores no tienen nada que ver con su fin y objetivo último: aumentar sus ganancias, las que según la facturación 2011 sobrepasaron los 150 millones de dólares.
Es que pareciera que esta empresa Española, con la complicidad de las autoridades chilenas, tiene “licencia para el maltrato” y volver así a los tiempos de la Colonia Española tratando a los trabajadores como si fueran parte de su “encomienda”, una suma de esclavos cuyo único objetivo en su vida es trabajar para satisfacer las necesidades de sus amos.
Estos casos son tal vez la muestra de lo que en la cotidianeidad viven millones de trabajadores chilenos en cada uno de los rincones de este país.
Mientras ministros y empresarios se felicitan por los “éxitos” conseguidos en estos últimos años, mientras hablan de “pleno empleo”, de Per Cápita de 19.000 dólares y de ser el país cuyo PIB más crece en la OCDE (5% proyectado 2013), los trabajadores chilenos sufren día a día el ser tratados como mero “recurso humano” puesto al servicio de la sacro santa utilidad de la empresa.
Pese a lo cotidiano que son estas aberrantes situaciones ninguna institución dice ni hace nada para remediar este tipo de atrocidades.
Solo los delegados y dirigentes del SINTRAC, organización a la cual pertenecían estos trabajadores se ha dado la tarea de denunciar estos hechos. Denuncia que hasta la fecha ha significado el desafuero de 5 de los nueve delegados del SINTRAC y que en el caso del delegado Javier Troncoso incluso ha significado su detención y acusación de amenazas por parte de la gerenta de recursos humanos.
Como vemos en este Chile exitoso, mantener a los trabajadores en una situación de absoluta vunerabilidad constituye un elemento estratégico en su modelo de desarrollo. Algo que va mucho más allá de un trato personal y que se encuentra en el ADN de un modelo neoliberal “maduro” como le gusta decir a algunos pero que dicho en buenas palabras no es más que un modelo inhumano.
*Fuente: Igualdad Comunicaciones
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¿ Cómo te explico mi país? Es el título de una canción que cantaba Tito Fernández y también la sra. Acevedo que cantaba y canta todavía como los dioses, pero como lo hacía más para los milicos, no la nombro mucho pero no puedo dejar de decir que cantaba muy hermoso.Volviendo a la masa trabajadora que hoy no es tal,porque no tenemos un adn. que nos una,estamos repartidos en call center por doquier, cada uno creyéndose el cuento del individualismo y de pactar sin sindicato con los responsables de las empresas, ya que no son los empresarios los que pactan con los trabajadores sus sueldos consensuados, sino con las gomas que tienen como capataces para que rindan los empleados, osea lo mismo que, los negros de Africa trabajar hasta morir y un capataz de la misma clase , pero ascendido del mierdal que procede. Tenemos una CUT de nombre porque desde que apareció la Bárbara como presidenta de la CUT , no se ha oido hablar de ella, no sé si trabaja en algún subterráneo, pero no ha presentado nada ante los trabajadores que yo sepa ¡ qué desilusión ! con razón los empresarios hacen lo que quieren y lo que no quieren con un país fragmentado donde nadie sabe cual es el norte y se trabaja sin parar hasta morir, por lo tanto no es mentira que la fragmentación de los trabajadores provocada por el individualismo nos conduce a la muerte silenciosa de gente joven que trabaja hasta morir, con las botas puestas sólo por sobrevivencia suya y de su familia.