Hoy se acepta a la democracia como una aspiración universal pese a que gran parte de la humanidad ni remotamente vive bajo este régimen, así como bien poco la practican tantas naciones que la proclaman en sus lineamientos institucionales. La Organización de Estados Americanos (la OEA) tiene a la democracia como una condición que deben acreditar los países que la componen, aunque todos sabemos que en la disparidad política de nuestro continente son muy pocos o ninguno los que cumplen con ello de que la democracia es el “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, como lo definiera Abraham Lincoln.
El autoritarismo y las graves discriminaciones siguen presentes en la vida de nuestras naciones, al mismo tiempo que en procesos eleccionarios, en que debiera expresarse la soberanía popular, sabemos que cada una de nuestras sociedades éstos siguen manipulados por el poder del dinero, de los medios de comunicación y los llamados poderes fácticos. Tales como el gran empresariado, las FF.AA, las iglesias, o las propias zancadillas consagradas en nuestras legislaciones para restringir la representación ciudadana y la posibilidad de que en algunas materias el pueblo participe directamente en las decisiones. Esto es, sin la intermediación de los partidos y los políticos.
En nuestro país, las limitaciones son tan desmedidas, cuanto no sabemos, a ciencia cierta, si vivimos en una dictadura remozada ( conforme al legado de la Constitución que nos legara Pinochet), o en un régimen híbrido que contempla elecciones periódicas pero con marcos legales muy vigilados por las ideologías que el propio autoritarismo y tales instancias fácticas nos impusieran. El binominalismo en la elección del Poder Legislativo, la escandalosa inequidad en el ingreso y el acceso tan desigual a la educación son las más fragrantes muestras de los obstáculos consagrados a la libre y bien informada determinación ciudadana. Pero también hay que considerar nuestra inferioridad democrática en el hecho de que existe un conjunto de autoridades, como los intendentes y gobernadores regionales, que no son elegidos por elección popular, además de gozar de atribuciones y privilegios completamente discrecionales. Sabemos, además, que nuestra vida pública manifiesta vicios tan graves como el cohecho y la posibilidad de que los parlamentarios, alcaldes y otros puedan prácticamente perpetuarse en sus cargos, puesto que en los partidos políticos tampoco existen prácticas democráticas internas que consideren adecuadamente la voz de los militantes. El desinterés actual por formar parte de las colectividades políticas, así como el descrédito de estas arcaicas y ya fantasmales organizaciones se explican en el caudillismo que impera en la política. De allí, además, lo que ocurre con los esos pactos electorales espurios, que atienden sólo a devaneos y correlaciones de fuerza cupulares. En el desprecio absoluto a las bases partidarias, los genuinos líderes comunales y regionales.
En las distintas versiones que se tienen sobre “democracia”, nos gusta aquella que indica que un régimen es mejor que otro cuantas veces más tenga que sufragar la población en un periodo de tiempo. Asimetría que se hace evidente, por ejemplo, entre países como Suiza y los escandinavos respecto de naciones como la nuestra, en que votar es una práctica muy esporádica y alcanza difícilmente a decisiones del ámbito comunal y local, como a materias tan trascendentales como modificar o reemplazar la Constitución, resguardar nuestra soberanía territorial y dignidad medioambiental. Mientras que en otros países se escucha al pueblo, incluso, respecto de las estrategias energéticas o el impacto de ciertas inversiones productivas. En las bulladas elecciones primarias recién impulsadas por algunos partidos políticos, éstos no han logrado trasparentar el padrón de votantes y se sabe cuánto se impuso en estos comicios el acarreo y el triunfo de los caudillos más acaudalados.
En más de 20 años de la llamada Transición a la Democracia, la sociedad chilena aún no recupera sus estructuras sindicales y gremiales, de tal manera que la inmensa mayoría de los trabajadores sigue a la intemperie en cuanto a sus derechos laborales. Entre todas las instituciones desprestigiadas e ineptas, la CUT se impone en cuanto a la forma en que los viejos dirigentes siguen por décadas apernados a sus granjerías y corrupta colusión con las autoridades gubernamentales de turno. Hasta para acotar el salario mínimo y sacralizar la “flexibilidad laboral”, eufemismo que señala el imperio de las estructuras patronales en las definición de las políticas económicas. De la misma forma, es que los colegios profesionales que en el pasado tuvieron tanta gravitación, hoy en su mayoría no alcanzan a constituir ni clubes de amigos, por lo que los nuevos egresados universitarios muchas veces ni saben que existen. Iglesias y antiguos referentes intelectuales y éticos, incluso, que van quedándose en puras denominaciones, sin feligreses e idearios arcaicos y extemporáneos.
Un patético panorama que, sin embargo, le otorga espacio a la irrupción de auténticas organizaciones estudiantiles que, como la CONFECH, une voluntades a lo largo de todo el territorio nacional en su capacidad de convocatoria y convicciones. Así como hay que destacar la esperanzadora organización de asambleas regionales capaces de paralizar ciudades y pueblos enteros en sus demandas económicas, culturales y sociales, como lo ocurrido –por ahora- en Magallanes, Aysén, Calama y Arica. Instancias que cuando asuman que sus expectativas sólo pueden ser posibles en el derrumbe del sistema institucional y económico que nos rige se constituirán en el definitivo ariete que le abra paso a esa democracia tan ahogada en nuestra vida nacional.
*Fuente: Radio de la U de Chile
Artículos Relacionados
Ningún empleado de LAN votará por Piñera
por Wilson Tapia V. (PLL)
18 años atrás 1 min lectura
Biocombustibles y verdades convenientes
por Silvia Ribeiro (México)
17 años atrás 5 min lectura
Immanuel Wallerstein, sociólogo: Bush liberó a Latinoamérica de EEUU
por Silvia Taules (España)
15 años atrás 4 min lectura
Dirigente de la Coordinadora Arauco Malleco enfrenta juicio oral en Concepción
por Lucía Sepúlveda Ruiz (Chile)
17 años atrás 12 min lectura
1 Comentario
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
«Ese asunto»: Canción irani por Palestina
por Eugenio Pordomingo (España)
2 horas atrás
De un tiempo a esta parte, se nos está impidiendo acceder a noticias que publican otros medios de comunicación. Lo impiden tecnológicamente y, a no tardar, empleando para ello leyes a la media. Y lo hacen al amparo de que obrando así nos preservan –según ellos- de acceder a informaciones interesadas, falsas, tendenciosas y contaminantes de nuestra mente.
La necesaria movilización popular
por Juan Pablo Cárdenas S. (Chile)
2 horas atrás
Las negociaciones cupulares que resolvieron la elección de la testera de la Cámara de Diputados demuestran la fragilidad de nuestro sistema político porque corroboran que el principal afán de nuestra clase dirigente es la lucha por asegurarse cargos de la administración pública y estar siempre de cabeza en los procesos electorales.
La «paciencia estratégica» de Irán se eleva a disuasión seria
por Pepe Escobar (Desde Moscú)
3 días atrás
Los ataques de represalia de Irán contra Israel no se llevaron a cabo en solitario. Los socios estratégicos Rusia y China cubren las espaldas de Teherán, y su papel en el conflicto de Asia Occidental no hará sino crecer si EEUU no mantiene a Israel a raya.
A los saharauis: «Para ganar batallas, es importante practicar activamente los valores de la solidaridad, el compromiso, la disciplina y la lucha»
por Luis Portillo Pasqual del Riquelme (España)
4 días atrás
«Creo que el FP debería plantearse estas cuestiones, ocuparse mejor de encuadrar a su gente, enseñarles a trabajar en la clandestinidad, mejorar la organización para no hacer –como hoy- el ridículo ante el enemigo.»
He leído más de tres veces este artículo, primero porque llama la atención su título» democracia ahogada», encuentro sus ideas tan bien organizadas,se exponen de una manera muy clara para nuestra conciencia y para la conciencia de este país si es que la tiene. Somos en palabras mías, la nada. Una concertación que hace parlamentarias y al otro día se pegan en las espaldas, sacando los mismos corruptos y chuecos de siempre, da pena de verdad. No es necesario saber política para darse cuenta que esto no va para ninguna parte. El señor Cárdenas, explica paso a paso lo que sucede en esta mal llamada democracia. Se agradece el que comparta ese conocimiento y esa mirada de tantos como yo que observamos el triste escenario chileno.