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Perú: «La derecha cavernaria apoyará a Keiko»

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El cómputo oficial confirmó que la hija de Fujimori será la
rival del candidato nacionalista. Durante el día se especuló con que Humala
tendiera puentes con Toledo. Los expertos señalan que él tiene que correrse más
al centro.

Ollanta Humala y Keiko Fujimori, que disputarán la segunda
vuelta el 5 de junio, pasaron el día reunidos con sus equipos políticos y de
campaña. El candidato de la izquierda y la hija del ex dictador Alberto
Fujimori (1990-2000) cerraron la noche del domingo festejando con sus
partidarios y comenzaron el lunes planificando con sus asesores la campaña para
la segunda vuelta. Serán dos largos meses de campaña. Ayer Humala habló
brevemente con la prensa y ratificó el llamado "a la unidad nacional" que había
realizado en la noche electoral una vez conocida su victoria. El ganador de los
comicios reveló que no había recibido el saludo de sus adversarios. Quien sí lo
llamó para felicitarlo fue el presidente de Bolivia, Evo Morales. Durante el
día se especuló que Humala le ofrecería la jefatura del gabinete ministerial a
Beatriz Merino, ex primera ministra en el gobierno de Toledo y defensora del
pueblo hasta hace unas semanas, como una señal de apertura hacia el centro y el
empresariado, sector en el que Merino es muy respetada. El humalismo no
confirmó ni negó la versión, pero su candidata a la vicepresidencia, Marisol
Espinoza, dijo que esa posibilidad le "encantaría".

Los resultados oficiales confirmaron ayer que Keiko Fujimori
será la rival de Ollanta Humala en el ballottage, algo que las proyecciones
extraoficiales habían adelantado la noche del domingo. Los resultados
entregados ayer por la
Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) al 88,5 por
ciento le dieron a Humala el 31,2 por ciento y ratificaron el segundo puesto de
Keiko Fujimori con 23,2 por ciento y el tercer lugar de Kuczynski, que lo deja
fuera de carrera, con 19,3 por ciento. El ex presidente Alejandro Toledo queda
con 15,2 por ciento y el ex alcalde de Lima Luis Castañeda con 10,2 por ciento.
Humala perdió en la capital, pero ganó ampliamente en el interior del país.
Nadie tendrá mayoría parlamentaria. Según proyecciones no oficiales, la
coalición progresista Gana Perú, de Ollanta Humala, obtendría 46 curules en el
Congreso unicameral de 130 bancas. Keiko Fujimori tendría 38 congresistas. El
gran derrotado fue el gobernante Partido Aprista, que tendría solamente cuatro
parlamentarios.

Consultado por Página/12, Carlos Monge, antropólogo,
historiador e investigador del Centro de Estudios y Promoción del
Desarrollo-Desco, atribuye el voto mayoritario por Ollanta y Keiko Fujimori al
descontento con la situación del país. "Humala, como en 2006, ha encarnado el
descontento con una democracia mediocre, que no funciona y un modelo económico
que crece pero no redistribuye y en el cual la gente se siente excluida. Con
Keiko Fujimori gana el modelo neoliberal pero con ropaje claramente autoritario
y de políticas populistas y clientelistas de derecha. En el voto por ella hay
un descontento principalmente con la clase política y la democracia, pero
también es un descontento económico, pero que no se traduce en exigir un cambio
de modelo, sino en pedir una solución clientelar y populista", precisa Monge.

Sobre el escenario de segunda vuelta, el historiador Nelson
Manrique estima que "la derecha más ruda, más cavernaria, se jugaría la carta
de Keiko Fujimori, lo cual sería reconocer que no les interesa la democracia y
de lo que se trata es de asegurar sus intereses económicos". Monge considera
que la segunda vuelta "será una prueba ácida" de las convicciones democráticas
del empresariado y la derecha y señala que su voto por la heredera del ex
dictador Fujimori dejaría "muy claro que sus convicciones democráticas son muy
débiles o inexistentes".

 En cuanto a las
posibles negociaciones para sumar apoyos para el ballottage, Fernando Tuesta,
director del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica,
precisa que en Perú el endose de votos no funciona. "Ningún candidato tiene
posibilidad de endosar sus votos", asegura. "Es probable -señala- que en Lima
la mayoría del electorado de clase media alta y alta que votó por Kuczynski se
incline por Keiko. Humala puede captar el voto popular de los candidatos que
han quedado fuera y el voto del interior del país que tuvieron esos
candidatos." No cree que los electores vean la próxima elección como una
disputa entre la izquierda que representa Humala y la derecha que encarna Keiko
Fujimori. "En Perú, para la mayoría de votantes las elecciones no tienen que
ver con derecha o izquierda. Las adhesiones son más personales que políticas o
ideológicas." "Humala -señala Carlos Monge- ya ha moderado su discurso y en
junio debe correrse más al centro e incluso hacer una apertura al
centroderecha. Keiko tiene que hacer menos concesiones y eso le da ventaja. Los
sectores empresariales y de la clase media alta y alta apoyaron en su momento
el gobierno de su padre tal como era y ahora votarían por ella. El voto de Kuczynski
iría en gran parte para Keiko. El voto popular, de los sectores pobres, a favor
de Castañeda, es sociológicamente igual al de Keiko, es un voto clientelista,
populista, y va a ir para ella. El voto popular y de la clase media que fue a
Toledo, y que tiene un nivel de preocupación por los derechos humanos y la
democracia, podría ir a Humala si éste les da la señal de que el suyo sería un
gobierno cercano a Lula y no a un estatismo chavista." En opinión de Tuesta, el
ballottage entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori es "de pronóstico
reservado". 

*Fuente: Página
12

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