Articulos recientes

Al navegar en nuestro sitio, aceptas el uso de cookies para fines estadísticos.

Noticias

Opinión

Padres Araucanos

Compartir:

Y pensaban celebrar el jolgorio del Bicentenario con dilectos invitados
en escogidas ceremonias con Tedéums, misas, genuflexiones e invocaciones
a la Patria y a las glorias militares del « siempre vencedor y jamás
vencido ». En los primeros rangos alrededor de los oficiantes, las «
fuerzas vivas » convocantes : los Errázuriz y sus alpargatas, los
Ochocientos y sus velas podridas, los reyes de la bayeta y del calcetín,
aquellos que adquirieron orgullo en el mercado negro y que después del «
trabajo sucio » de los Arellano, Rojas, Figueroa, Rosales, Díaz,
Torres, Valenzuela, Valdivia y otros, establecieron la Santa Cultura
Cristiana Occidental. Los que han descuartizado a Chile como un asno
muerto y lo han vendido al mejor postor, los que han  creído hasta hoy
que habiendo decapitado, mutilado, herido, relegado, desollado,
emasculado, empalado, confinado e incoado procesos blandiendo leyes
antiterroristas -llámense Lagos, Bachelet o Piñera- además de los que
han adulterado y negado la historia, todos, han creído conjurar el
temido retorno de la savia perpetua que fluye en las venas de nuestro
pueblo y no habían previsto la llegada de estos intempestivos que están
aguándoles la fiesta, los hermanos dueños de casa no invitados al ágape,
con sus  rostros de bosque y de montaña.

Los Tedéums celebratorios y jubilosos, la Santa Alianza y la Unión
Sagrada con los  Ochocientos a la cabeza que declaran con voz engolada :
« La patria celebra dos siglos de vida independiente ». Esta
conjuración pretende esconder y disimular que lo que hoy celebra con
tanto boato nunca ha sido puesto en tela de juicio con tanta fuerza y
convicción por tantos hombres libres en nuestro país y en el extranjero.

Los azules hijos de Lautaro, de Caupolicán, de Galvarino, de Fresia y de
Guacolda, de Pelantaru y de Lientur, los hijos de los volcanes, ríos,
selvas y costas de Araucanía, han echado la puerta abajo de este
jolgorio anunciado, han retornado de la tierra, han renacido cual
plantas eternas, pues no tienen unos siglos o escasos años en nuestro
territorio, sino que han crecido de lo más profundo del tiempo y de la
tierra. Durante siglos se ha tratado de exterminarlos y desde la
mazmorras de Temuco hoy nos interpelan. 

Lo que ha desvelado el llamado Bicentenario es la llaga abierta en la
conciencia que portamos todos los chilenos desde nuestro nacimiento.
Esta secular historia escondida es aquella de la tierra resistente. La 
noche oscura que trató de imponerse siempre encontró la tenaz
resistencia de los panguis rojos. A veces fueron invisibles, a veces
permanecieron enterrados, pero hoy iluminan este Bicentenario, como
planetas.

Desde ahora habrá un antes y un después huelga de hambre de los treinta y
cuatro hermanos recluidos en Temuco. Un antes y un después, pero la luz
vendrá, como dijo el poeta, a pesar de los puñales, de los mercaderes,
de la soldadesca y de los carceleros. 

¡Marrichiweu !

Paco Peña, París, 16 de septiembre de 2010,  Plaza “Salvador Allende”, frente a la Embajada de Chile.

Compartir:

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

WordPress Theme built by Shufflehound. piensaChile © Copyright 2021. All rights reserved.