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…Y que no le echen la culpa a la naturaleza

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Quito, domingo 22 de agosto del 2010

Compañero Miguel Soto:

COORDINADORA ECUATORIANA DE AMISTAD Y SOLIDARIDAD CON CUBA, que aglutina todas las organizaciones, instituciones y personas individuales de izquierda y afines, les expresamos a los FAMILIARES DE LOS COMPAÑEROS MINEROS CHILENOS, presos por la naturaleza a 700 metros bajo suelo desde hace 17 días, nuestra SOLIDARIDAD ante esta terrible tragedia y también, una enorme complacencia por la noticia que acaban de recibir a través de una nota de parte de los mineros, en la cual dicen “… que se encuentran con vida, unidos y en espera de ver nuevamente el sol y abrazar a sus familiares”.

Es una estupenda noticia, que al mundo entero nos llena de felicidad. 

Te agradeceríamos mucho, dentro de tus posibilidades, nos hagas el favor de hacer llegar este sentimiento de la CEASC a los familiares de los compañeros y pueblo chileno.

Auguramos pronto se reúnan con sus familiares y recuperen totalmente su salud física y emocional como se merecen.

Fraternalmente,

COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL (CEN)

COORDINADORA ECUATORIANA DE AMISTAD Y SOLIDARIDAD CON CUBA


Los Mineros en Chile
…y que no le echen la culpa a la naturaleza

La realidad de la vida de los mineros en Chile no es diferente a la realidad de la vida de todos los mineros en todos los países latinoamericanos.

En 1984, tuve la oportunidad de ingresar en una mina en Potosí, Bolivia, junto con familiares y amigos, para conocer la verdad de la vida de los trabajadores mineros.  No cabe duda que por eso estoy especialmente afectada por la vida de los 33 compañeros mineros presos actualmente por la naturaleza y la irresponsabilidad de los gobiernos, 700 metros bajo tierra, en Chile.

Cuando ingresamos en Potosí a la entrañas de la montaña, lo hicimos por unos túneles angostos de barro húmedo, con poca luz artificial y conforme avanzábamos, teníamos que agacharnos más y más, pues nuestras cabezas tocaban el techo.  A pocos metros, algunas personas tuvieron que regresarse, la claustrofobia e incomodidad física nos impedía continuar.  No era posible comprender cómo aquellos hombres, seres humanos como nosotros, podían soportar trabajar en ese infierno; y lo hacían y lo siguen haciendo por necesidad.

Nos informaron que el promedio de vida era de 14 hasta 35 y 40 años, no lo olvidaré jamás.  Ingresan temprano en la mañana y salen en la noche; viven en las tinieblas.

Hoy, en el 2010, el trabajo de los mineros sigue siendo igual, una barbaridad, una locura, una realidad inhumana inaceptable en cualquier lugar del planeta.

Esta terrible experiencia que están viviendo los mineros atrapados en la montaña en Chile, debe servir como ejemplo y llamada de atención definitiva para que los gobiernos cambien sus políticas respecto al trabajo de tanto ser humano en las minas.

Las condiciones de seguridad para trabajar en las minas es de altísimo riesgo y los gobiernos irresponsables e indolentes con los trabajadores, no invierten todo lo que deberían para preservar y precautelar la vida del trabajador pobre, quienes con su vida producen para que empresarios privados se enriquezcan sin medida.

¿Es que los trabajadores de las minas son profesionales arquitectos, ingenieros, empresarios, abogados, técnicos en computación, escritores, historiadores, poetas, artistas plásticos, médicos? ¡NO!, son hombres que no han tenido la oportunidad de estudiar, compañeros pobres que no les queda otra alternativa que hundirse en las tinieblas y profundidad de las montañas para mantener a sus familias; familias pobres que sufren todos los días el pánico de que sus hijos, esposos no salgan con vida.

¿Cómo es posible que en Chile, el gobierno del Presidente Piñera, luego de los terribles terremotos que acaba de vivir Chile, no hayan tomado en cuenta, no hayan considerado siquiera la posibilidad del inmenso peligro que implicaba permitir que seres humanos ingresen a las minas a trabajar, sabiendo que los terremotos deben haber movido todos los cimientos de las montañas?  ¡Claro!, no eran sus familiares, eran pobres, los pobres de siempre que deben ser explotados y exprimidos hasta la última gota de sangre para que los dueños de las empresas mineras vivan en la opulencia, con lujos, con derroches, sintiéndose los dueños del mundo.  ¿Cuándo va a terminar esto?

Esperamos que pronto salgan con vida los 33 trabajadores.  Así mismo, esperamos que los familiares de los 33 mineros y todo el pueblo chileno, exijan y obliguen al Presidente Piñera y a las autoridades, que indemnicen y paguen un sueldo digno para toda la vida a los 33 compañeros trabajadores y que no vuelvan a trabajar más en las minas.  Por televisión vemos la alegría, la euforia colectiva del presidente Piñera y su gobierno, pues que demuestren tanta solidaridad aplicando las leyes y hagan justicia; castiguen, multen y metan presos a los dueños responsables de estas minas que no han previsto estas tragedias y producido tantas víctimas; y que no le echen la culpa a la naturaleza.

Todos los trabajadores de las minas no deben volver a trabajar en ellas hasta que el gobierno garantice las condiciones óptimas para su trabajo.  Mientras tanto, les paguen su sueldo, garantías y seguros de vida.

“Proletarios del mundo entero, uníos” escribieron Marx y Engels en 1847, en defensa de la vida de los trabajadores.  

Hoy, ampliamos esta frase lapidaria: “Proletarios, hombres y mujeres concientes y comprometidos con la vida en el mundo entero, uníos”

Quito, 23 de agosto del 2010

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