Recientemente ha estado entre nosotros el renombrado biólogo darvinista Richard Dawkins afirmando que Dios no es bueno para la salud humana y que «Dios es un delirio», que por otra parte es el título de un conocido libro suyo. Casi simultáneamente salió otro libro de un renombrado filósofo y teólogo anglicano, Keith Ward, que sin pretenderlo dio una respuesta a Dawkins. Su libro se titula: Dios, guía para perplejos (Sal Terrae 2008).
Después de explorar más de tres mil años de reflexiones sobre Dios, tranquilamente, con el humor inglés que lo caracteriza, Ward podría escribir: Dawkins, un delirio.
La pregunta fundamental que suscita su libro es: ¿qué es lo que quieren decir los humanos cuando dicen «Dios»? ¿Por qué las culturas han planteado desde siempre el tema de Dios?
Ward comienza con la mitología griega, cuyo panteón está repleto de dioses y diosas, pero se adhiere a la interpretación propuesta por C.G. Jung y por Campbel, según la cual en el panteísmo no tenemos que ver con múltiples divinidades sino con múltiples formas de presencia divina en la naturaleza y en la vida humana. Las divinidades no son seres subsistentes, representan energías poderosas y creativas para las que nos faltan palabras adecuadas para describirlas. Entonces se usan nombres divinos y mitos.
Ward pasa por los grandes representantes del pensamiento occidental, sin olvidar a sus paralelos orientales, que se enfrentaron detenidamente al problema de Dios. Muestra la gran ruptura que se dio entre el pensamiento clásico greco-cristiano para el cual Dios representaba la eternidad, lo inmutable y la pura trascendencia, y el pensamiento moderno, que entiende la realidad como mutación y evolución, cargada de virtualidades que apuntan en varias direcciones.
Estudia especialmente la figura de Hegel, porque fue el quien introdujo a Dios en la historia, o mejor, hizo de la historia la forma como Dios se muestra (tesis), se autoniega (antitesis) -entrando en los avatares de la condición temporal- y retorna sobre sí mismo llevando toda la riqueza de su paso por la evolución (síntesis). Su esencia como Espíritu absoluto es ser dinamismo, mutación, libertad y creación. Ve en el propio concepto cristiano de la Trinidad, la dialéctica divina de la historia: el poder autoafirmativo que se muestra como Padre, la sabiduría que se revela como Hijo y el amor unitivo que se concreta como Espíritu Santo.
Ward muestra las implicaciones lingüísticas y filosóficas que la temática de Dios encierra. Van desde el discurso llano del fiel que identifica la imagen de Dios con Dios mismo, pasando por el discurso analógico de los teólogos, para quienes los conceptos son meras analogías y no descripciones del ser divino, hasta el silencio reverente que sabe que es imposible decir cualquier cosa objetiva sobre Dios. Es famosa la frase de uno de los mayores teólogos cristianos, el Pseudo Dionisio Areopagita (siglo VI): «Si Dios existe como existen las cosas, entonces Dios no existe». Es el lenguaje de los místicos, sea de los musulmanes como los sufís, sea de la sabiduría de los taoístas, sea de los místicos cristianos que afirman que sobre Dios decimos más mentiras que verdades. Por eso, vale la advertencia del filósofo Ludwig Wittgenstein: «Sobre lo que no podemos hablar, debemos callar». Es lo que las religiones y las Iglesias menos hacen.
Pero no por eso dejamos de plantear permanentemente el tema de Dios. Siguiendo la tradición pragmática inglesa Ward enfatiza que en vez de preguntar lo que representa la palabra «Dios», deberíamos preguntar «¿cómo usamos la palabra Dios?» Ella está en la boca y en las actitudes de los que oran, cantan y meditan. Es ésta una forma de relacionarse con el Inefable, y a partir de Él con el mundo. La consecuencia práctica es que ocuparse con Dios libera al yo del desespero de la ilusión y le posibilita alcanzar cierta integración que genera felicidad.
Como se ve, pensar a Dios no es nunca un mero ejercicio intelectual. Es pensar la forma más adecuada de vivir como seres humanos, de comprender mejor el mundo, y conectarnos con esa Energía soberana y buena que empapa todo y penetra en las profundidades de cada ser.
Finalmente, creer en Dios es creer en la bondad fundamental del ser, creer que vale la pena vivir y disfrutar de la alegría de pasar por este pequeño planeta en el cual habitan seres que sienten el pulso de la Realidad Suprema, hecha de amor, compasión y refugio definitivo. Dios es el mayor viaje, el mejor delirio jamás experimentado.
2009-10-30
* Fuente: Koinonia
Artículos Relacionados
Lima, Perú: "La izquierda conocía muy poco del Estado hasta esta gestión"
por
11 años atrás 19 min lectura
A fines de mayo, Chile es un bote frágil
por Andrés Figueroa Cornejo
14 años atrás 8 min lectura
Asamblea de Pobladores de Neltume apoya la lucha por la Memoria Histórica del Complejo Forestal y Maderero Panguipulli
por Guillermo Correa Camiroaga (Valparaíso, Chile)
6 años atrás 4 min lectura
La “experiencia” del Mundial en Brasil
por Celia Alldridge* y Sergio Ferrari (Suiza)
11 años atrás 4 min lectura
“El Choclo” tiene con diarrea a la UDI
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
10 años atrás 4 min lectura
Un nuevo sainete desde Chile
por Ozren Agnic Krstulovic (Santiago, Chile)
16 años atrás 7 min lectura
El gobierno, una vez más, no aplica la ley en Colonia Dignidad, dejando abandonada a las víctimas
por Victoria Parada (Chile)
33 mins atrás
06 de marzo de 2025
«Parece ser un acto simbólico del Gobierno, no soluciona nada»: Abogado defensor de víctimas de Colonia Dignidad criticó anuncio de expropiación de terrenos.
Informe 2025: El abandono del SÁHARA Español
por Ignacio Sarmiento (España)
1 hora atrás
05 de marzo de 2025
Todo lo que os voy a contar está basado en documentación oficial abierta al público, documentos desclasificados, y declaraciones en sede parlamentaria. Nada es ficción. Todo ello no muy conocido por la mayoría de nosotros y sin duda, muy viciado por intereses de unos y otros. Este es un programa básico para poder entender por qué hay decisiones un tanto complicadas de entender de nuestra política exterior.
Abre tus ojos al Sáhara
por Rosa María Sardá (España)
3 días atrás
02 de marzo de 2025
«Los acuerdos de Madrid [de 1975] no han transferido la soberanía del Sáhara Occidental ni han otorgado a ninguno de los firmantes el status de potencia administradora, status que España no puede transferir unilateralmente».
«Ocupación S.A»., el robo de las empresas españolas en el Sáhara
por Resumen Latinoamericano
5 días atrás
28 de febrero de 2025 Programa de Resumen Latinoamericano tv, donde se aborda los intereses de las empresas españolas en la guerra de liberación que lleva adelante el Frente…