¡La altiva Francia!
La república por excelencia, con fuertes instituciones públicas, con estabilidad prolongada, con nítida separación de poderes.
¿Qué ha pasado allí?
Es que Francia no a escapado a la crisis civilizatoria, a la crisis de la existencia humana en que el capitalismo ha metido al planeta Tierra.
Me refiero a la crisis estructural de finales de los 60, seguida de la reestructuración neoliberal y la prolongada crisis integral que pone en duda la posibilidad de vida para una gran parte de los seres humanos del mundo: empobrecimiento, contaminación, desertificación, calentamiento, agotamiento de las fuentes energéticas, competitividad destructiva, migraciones masivas, concentración sin precedente de la riqueza y el bienestar…
Y es que además Francia no está inmune a los efectos de su práctica colonialista, racista, xenófoba… El Sur bestialmente empobrecido se ha trasladado también al Norte altamente desarrollado. ¡áfrica «invade» la Francia!
La necesidad del trabajo a precio de ‘vaca muerta’ de los emigrantes de áfrica, Asia y América Latina (especialmente del Norte de áfrica) le está cobrando la deuda social contraída.
Un aparente traje civilizado y una gran bonanza en la superficie escondió durante décadas la barbarie y el poder explotador y excluyente del sistema.
Y una chispita encendió la gran pradera gala.
Esta vez no fueron sólo los jóvenes estudiantes universitarios, como aconteció en la Rebelión de Mayo de 1968.
Ni tampoco el incipiente proletariado parisino que se insurreccionó en París en el siglo diecinueve y constituyó en el embrión socialista que encarnó la Comuna, brillantemente analizada por Carlos Marx.
Esta vez la sublevación ha sido escenificada por las grandes masas juveniles que habitan las periferias de las grandes ciudades de Francia (desde el Atlántico al Mediterráneo, desde el Norte hasta la frontera con España.)
La joven población de los suburbios y de los tugurios en que se han convertido las abandonadas edificaciones multifamiliares. Y se le agregan los habitantes de las zonas controladas por las bandas dedicadas a la lumpeneconomía, donde la policía o no se atreve a entrar, o cuando lo hace, exhibe una brutalidad indignante.
No son inmigrantes, sino que sus padres y sus abuelos si lo fueron por los años 60, 70 u 80 del siglo XX. Llegaron a una Francia necesitada de mano de obra barata y ávida de explotación para su desarrollo. Se establecieron, crearon familia y sus hijos al llegar a la edad adulta -mucho de ellos con títulos universitarios- se han encontrado con una sociedad que no le ofrece ocupación a tono con su nivel, que lo excluye, que lo discrimina y prefiere a los jóvenes blancos netamente franceses.
Un nuevo sujeto social oprimido. Un material altamente inflamable y explosivo. Y una tenue candelita lo activó.
El Caracazo gigante. ¿Ecuador? ¿Bolivia?
Se extienden las «guerrillas» dicen algunos titulares. ¿Las FARC en París?
¿Quiénes son los terroristas? ¿Los opresores y empobrecedores? ¿O los y las oprimid@s y excluid@s?
Si después del ‘Katrina’, EE.UU. jamás será la misma cosa, la Francia estremecida por el nuevo proletariado empobrecido nunca será igual que antes.
¿Fin de la historia? ¿Triunfo definitivo del capitalismo? ¿Entierro del socialismo?
Nada de eso.
La France solo tendrá tranquilidad y viabilidad si su clase dominante voraz es desplazada.
El nuevo sujeto, producto directo del capitalismo y el imperialismo caníbal de la era neoliberal, aprendió a luchar, a levantarse, a insurreccionarse.
En el fondo de su gesta cargada de indignación late el reclamo de una Comuna moderna para la Francia de estos tiempos.
Y el viejo Engels, tímido al fin, se sonríe.
Y el viejo Marx, más extrovertido, ríe a carcajadas.
Y no porque piensen resucitar el fracasado «socialismo real» euro-oriental, sino porque desde su tumba perciben que el Siglo XXI será la era de la democracia participativa, de la democracia de los de abajo y del nuevo socialismo.
Un nuevo fantasma recorre a nuestra América y también a Europa…
El autor es político y escritor dominicano
Artículo enviado a PiensaChile por Altercom
Artículos Relacionados
¿Qué hacemos con el “modelito” político?. La emergencia constituyente
por Alex Ibarra (Chile)
9 años atrás 6 min lectura
Pacto de las Catacumbas: la urgencia de volver a la Iglesia de los pobres
por Jon Sobrino (El Salvador)
9 años atrás 13 min lectura
Unos piden plata sin que sepan los jefes y otros la dan sin que sepan los propietarios
por Rafael Urriola U. (Chile).
9 años atrás 3 min lectura
Cuñada de Álvaro Uribe extraditada a EE.UU. ¡Fue operadora del "Chapo" Guzmán!
por ANNCOL (Colombia)
9 años atrás 19 min lectura
Las migraciones en Europa 2015
por Alberto Magnet (Barcelona, España)
10 años atrás 5 min lectura
Radiografía a la industria pesquera II: Los nueve dueños del mar chileno
por Juan Pablo Figueroa
13 años atrás 22 min lectura
Theodore A. Postol, profesor emérito del MIT, desenmascara las mentiras de EE.UU.
por Pascal Lottaz (Sanevox)
12 horas atrás
09 de marzo de 2024
Theodore Postol, ingeniero nuclear estadounidense especializado en sistemas de armas nucleares, representa una de las escasísimas voces críticas en Estados Unidos respecto a la proliferación nuclear. Entrevistado por Pascal Lottaz (06-11-2024), Postol desenmascaró las mentiras de Estados Unidos sobre los conflictos militares en Siria, Rusia y Gaza.
La Argentina de Milei: La crueldad al poder. Capítulo 1: La fila del hambre
por El Destape (Argentina)
1 día atrás
08 de marzo de 2025
«La Argentina de Milei: la crueldad al poder» es una serie documental que refleja el impacto de los primeros meses de gobierno de Javier Miliei y su experimento anarcocapitalista.
Apoyamos a la familia de Julia Chuñil ante filtración de Fiscalía y presión mediática
por Lucía Sepúlveda Ruiz (Chile)
3 días atrás
06 de marzo de 2025
La prensa y el Estado (el presidente Gabriel Boric y el delegado presidencial Jorge Alvial) tienen acceso a la carpeta investigativa, pero el secreto continúa para la familia y abogados de Julia Chuñil Catricura.
Abre tus ojos al Sáhara
por Rosa María Sardá (España)
1 semana atrás
02 de marzo de 2025
«Los acuerdos de Madrid [de 1975] no han transferido la soberanía del Sáhara Occidental ni han otorgado a ninguno de los firmantes el status de potencia administradora, status que España no puede transferir unilateralmente».