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Justo en el blanco equivocado

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Recuerdo que una vez me encontré con la novedad de un libro llamado Educación y Lucha de Clases. Era mi tiempo de descubrir las verdades que otros había descubierto antes. Anibal Ponce fue al autor de este libro magistral que tiene la virtud de poner la educación en la perspectiva de la historia.

Tiempo después, siendo ya un aficionado a recorrer librerías en Buenos Aires, me encuentro con un libro cuyo título me recordaba el ya mencionado y sin pensarlo dos veces lo compré para leerlo de inmediato. Su autor era Camilo Taufic, el mismo Camilo que ahora apunta hacia el blanco equivocado. Su lectura no me resultó tan fresca como el libro de Anibal Ponce, pero era indudable que contenía verdades que no perecen con el tiempo.

Durante muchos años me pregunté que fue de él y si logró poner en práctica algunas ideas esbozadas en su libro. Ahora me asalta la novedad de que, según veo y entiendo es columnista de La Nación, leo su artículo: Hirsch y el tonto útil. Un pensamiento y una duda en forma de pregunta cruzan mi cabeza; el pensamiento: un ataque que con calculada inteligencia sugiere cosas peores de las que dice; la pregunta: ¿Este es el mismo Camilo de Periodismo y Lucha de clases?

El pensamiento se demuestra con un breve análisis y la pregunta se resuelve con una respuesta obvia. Estamos ante el mismo nombre, pero no estamos ante la misma persona. Todo cambia, dice la canción y este Camilo ha cambiado también. Solamente que no siempre cambio significa que sea para mejor.

En nueve párrafos ataca mañosamente al Partido Comunista, por momentos no se sabe si su artículo es para denostar al PC o para demostrar algo indemostrable, en todo caso se esmera en culpar a Hirsch de la segunda vuelta que haría peligrar a su candidata, la señora de apellido Bachelet.

Es como para escribir un libro con los cambios del periodista objetivo que le hacen seguir un sinuoso camino desde un periodismo que reconoce la lucha de clases y demuestra como esta se expresa en ese campo, hasta un periodismo cuyo objetividad no es mayor al sueldo que recibe por escribir artículos que defiendan el discurso de sus patrones.

Triste destino para un periodista que pudo ser mucho más grande que su sombra. Seguramente Camilo se arrepentirá de haber contribuido a abrir los ojos de muchos, entre los cuales me cuento. Pero la vida se impone, en algunos apagándolos y en otros iluminándolos.

Sin embargo, bueno es mencionar que esta opción tiene mucho de toque personal. Lo cual me hace recordar lo que decía el filosofo que era Don Ricardo Ríoseco: “En algún momento de su vida uno demuestra lo que profundamente es” y en este caso el otrora alabado y admirado periodista escritor Camilo Taufic, demuestra lo que es un anticomunista rancio que si de periodista aún conserva el título, de escritor ha pasado a escribidor.

En nueve párrafos termino lo mío para decir que no es por tontos más, tontos menos, que la señora representante del continuismo y la desigualdad creciente deberá ir a una segunda vuelta, es por la sencilla razón de que si los pobres no comemos en la misma mesa que los ricos, tampoco podemos votar por sus representantes sino por los nuestros. Con seguridad no es esta elección la que llevará al pueblo al poder, pero tiene la magia de despertar conciencias y producir organización. Esto es un tremendo paso en la historia que comenzamos a escribir. Si algún mérito tiene lo escrito por Camilo es reafirmarnos que en periodismo también se da la lucha de clases. Gracias por confirmarme en mi opción de futuro.
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