Los perros (Marcela Said)
por Medios Internacionales
7 años atrás 3 min lectura
Con la película “Los perros”, ganadora de la sección Horizontes Latinos de Zinemaldia, la directora Marcela Said quiere invitar a la reflexión sobre la complicidad de la sociedad con la dictadura, un tema que aún sigue siendo tabú en Chile, donde no sabe qué reacciones suscitará.
Escrito por Ramón Rey
Cualquier ciudadano de un país democrático en cuyo pasado reciente —en términos históricos— se haya experimentado el trauma de un gobierno totalitario o el enfrentamiento violento de distintos bandos dentro de la población civil puede encontrar en Los perros (Marcela Said) conflictos reconocibles. La elección de una protagonista mujer en su década de los cuarenta perteneciente a la clase alta chilena, atrapada en un matrimonio y una vida que no ha elegido (impuesta por la inercia de las circunstancias de su nacimiento y la manipulación de su padre) sirve de punto de partida para un estudio sobre el derecho a la memoria histórica y un cuestionamiento del sentido de la justicia y la venganza. ¿Qué ocurre cuando alguien completamente inmerso en los privilegios de los herederos del régimen anterior se intenta revelar contra las mismas ventajas que le permitir vivir sin preocupaciones que sí comparten una gran parte de sus no tan afortunados compatriotas, víctimas y familiares?
El gran recurso clave del film —y seguramente germen de múltiples polémicas y discusiones sobre su conjeturable posicionamiento ideológico— es el de establecer el punto de vista de los verdugos, los colaboradores y sus descendientes como guía para la narración. Sin embargo, la historia de Mariana es la de una mujer enclaustrada que ignora los crímenes del pasado de sus allegados, pero con un marido argentino al que le pesa la vergüenza de su familia y un padre que usa todo su poder e influencia para no asumir responsabilidad alguna de otras épocas en las que parece que nadie quiere saber de ningún tipo de responsabilidad moral sobre los crímenes que se ejercían contra sus semejantes. En su día a día padece un tratamiento de fertilidad que apenas consiente y se ve presionada a firmar decisiones de la empresa familiar que siguen los intereses de otros. Su minúsculo espacio de libertad lo encuentra a través de sus clases de equitación con un instructor cuyo pasado está directamente relacionado con los horribles actos que tuvieron lugar en Chile durante la dictadura.
Mediante esta definitoria cotidianidad opresiva se van descubriendo las mentiras y los secretos que forman parte de su entorno, la hipocresía de los que se beneficiaron del estado de las cosas y una corrompida concepción de la lealtad y los principios éticos que permite vivir con la conciencia tranquila. O vivir, a secas. Con un seguimiento obsesivo casi voyeurístico de la protagonista, Marcela Said no duda tampoco en desviar la mirada hacia los otros individuos de su entorno. Los presuntos inocentes que intentan controlarlo todo y el supuesto culpable que defiende que el odio no puede formar parte de una sociedad sana —que haya curado sus heridas—. Con un estilo naturalista y una perspectiva costumbrista surge una realidad oculta simbolizada en esos perros que algunos piensan como su único propósito el de estar atados con correa obedeciendo órdenes. Unos “perros” que cuando dejan de ser útiles a las estructuras de poder son considerados prescindibles y reemplazables.
Artículos Relacionados
«si queremos sacar de verdad a la Iglesia de la fétida ciénaga en la que ha caído, tenemos que tener la valentía de derribar esta cultura de omertà y confesar públicamente las verdades que hemos mantenido ocultas»
por Mons. Carlo Maria Viganò (Ulpiana)
6 años atrás 36 min lectura
Desaparecidos, un crimen que no cesa
por Gloria Elgueta Pinto (Chile)
8 años atrás 8 min lectura
“Las personas con discapacidad no nos sentimos identificadas con la Teletón”
por Radio de la U de Chile
10 años atrás 7 min lectura
Estos son algunos de los seguidores de Guaidó en Santiago de Chile
por Comunidad por los Derechos Humanos (Chile)
6 años atrás 1 min lectura
«El sueño del Pongo»
por José María Arguedas (Perú)
18 años atrás 7 min lectura
La ciudad que no se rindió durante 872 días de bloqueo: El sitio de Leningrado
por Medios
6 años atrás 7 min lectura
Unas letras de despedida a una mujer valiente y ejemplar
por Enrique Villanueva M. (Chile)
2 horas atrás
Despedir a Mercedes Bulnes evocando su aporte, es ser justos con su historia, porque representa a muchos y muchas chilenos y chilenas que se atrevieron a disentir y oponerse de distintas maneras a la dictadura civil militar que encabezó Augusto Pinochet. Evoca el recuerdo respetuoso también de miles de personas que de manera individual jugaron un papel importante a ese proceso, aportando a la derrota del tirano.
“En defensa de la causa saharaui. Testimonios de denuncia, resistencia y solidaridad”
por piensaChile
3 horas atrás
Esta recopilación de artículos y testimonios debería contribuir a que se conozcan mejor las razones de la larga lucha del pueblo saharaui por su libertad e independencia, que tanto recuerda a la del pueblo sudafricano contra el régimen del Apartheid, como denunció en su momento el vicepresidente de la MINURSO, Frank Ruddy.
“En defensa de la causa saharaui. Testimonios de denuncia, resistencia y solidaridad”
por piensaChile
3 horas atrás
Esta recopilación de artículos y testimonios debería contribuir a que se conozcan mejor las razones de la larga lucha del pueblo saharaui por su libertad e independencia, que tanto recuerda a la del pueblo sudafricano contra el régimen del Apartheid, como denunció en su momento el vicepresidente de la MINURSO, Frank Ruddy.
Genocidio en Gaza. La fabricación del consentimiento occidental
por Alain Gresch (Francia)
1 día atrás
«el presidente afirma, en relación a los palestinos, que “la nación entera es responsable” y debe ser “combatida hasta partirla”; el ministro de Defensa declara que no habrá “ni electricidad, ni comida, ni agua, ni combustible”, porque se trata de una guerra “contra animales humanos” y hay que “actuar en consecuencia”.»