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Crimea: ¿legítima, libre y protegida? La respuesta

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¿Cómo explicar al mundo que un Gobierno nacido de un golpe de Estado neofascista manifieste que otro es ilegal, no soberano y le está impedido hacer un referéndum? ¿Cómo es posible que el Gobierno estadounidense, que ha realizado más de cien cruentos golpes de Estado en el mundo (desde 1953 en Irán), se declare defensor de la democracia negando la autonomía ciudadana? Es absolutamente claro que esa ‘condena’ es ilegal e incoherente, y quien la defienda tiene que inventar motivos inexistentes, interpretar de modo conveniente a sus intereses un cuerpo normativo y, definitivamente, utilizar la hipocresía pueril como último recurso. O simplemente amenazar, hacer el papel de matón, crear condiciones de dominación.

El gobierno autónomo de Crimea, en su justo derecho a la autodeterminación, manifestó que ni las provocaciones ni las amenazas de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, unidos al movimiento neonazi de Ucrania, impedirían el referéndum propuesto al pueblo y este, el constituyente primario en toda sociedad, ha decidido su reunificación a Rusia. Las cifras son contundentes hasta este momento, con una participación superior al 80%, con más del 90% apoyando la integración y aproximadamente un 5% opuesto. Los observadores internacionales lo han legitimado, destacando incluso la apacibilidad y felicidad de la mayoría de votantes, sin presencia militar extranjera coercitiva, cumpliendo todos los estándares internacionales. Por tanto, es una jornada histórica, válida, legal, autónoma y conveniente.

Las razones para dicho referéndum se soportan como mínimo en cinco axiomas: una es la supervivencia de una ciudadanía que ve amenazada su vida por un Gobierno que castiga y asesina a los opositores; dos, es el momento oportuno para regresar a la Madre Patria, con quien existen profundos lazos históricos; tres, mantener su cultura, lengua, tradiciones y civilidad ante la posibilidad de aniquilamiento; cuatro, sostener el derecho de un pueblo a decidir soberanamente cuando y donde desee lo que considere adecuado a sus principios, pues es autónomo, no dependiente de potencias extranjeras; quinto, el rechazo a ser parte de la Unión Europea, lo que significaba la privatización de las pensiones, usurpación de sus riquezas naturales, subir el costo de vida, bajar los salarios y, finalmente, ser sometidos a la domesticación.

Se ha intentado amenazar a Crimea y Rusia con que la ‘comunidad internacional’ no acepta este referéndum. La falsedad estriba en que hoy día ya no existe el mundo unipolar donde tres Gobiernos dirigidos por funcionarios de corporaciones multinacionales dictaminaba todo y, a aquel que se oponía, lo desaparecían. Hoy existe una comunidad internacional de pueblos en franco proceso de soberanía, otros en espera para iniciar dichas posibilidades y otros que en su interior han comenzado ya a tener serios conflictos pues no aceptan la guerra como mecanismo resolutivo de tensiones.

La ‘comunidad internacional’ es la bufonada de estos tres países porque ahora existen, como mínimo, dos comunidades internacionales: aquella que busca la democracia y justicia, y aquella ligada al nazismo con la crueldad, que apoya el terrorismo de modo directo.

La realidad lo ha seguido confirmando pues, además de llamar terroristas a ‘defender’ la libertad en Ucrania, el autoproclamado Gobierno de facto erige a tres nazis como sus representantes (Yatseviuk, Klichkó, Tiagnivok), invita a destruir gaseoductos (Dimitri Yarosh), reprimir a prorrusos, desaparecer la lengua madre, destituir a las autoridades legalmente vigentes, en resumen, iniciar el camino del exterminio tal como lo propusieron con Hitler. El restablecimiento de la Guardia Nacional, supuestamente conformada por militares leales al régimen u obligados so pena de asesinato, se engrosará con los activistas del Maidén, mercenarios y los presos que decidan aportar a la democracia tal como la conciben. Un excelente inicio.

¿Cuáles son las opciones en este momento para Crimea, Rusia, las megapotencias comerciales junto a la trilogía Estados Enidos-Inglaterra-Alemania y el Gobierno ilegal de Ucrania?

Ante las sanciones a Moscú manifestadas por el funcionario de las Corporaciones Multinacionales, Barak Obama, las opciones son desde este momento no ceder un ápice a quienes apoyan al nacionalsocialismo como lo son los agentes estadounidenses, germanos e ingleses, escudados por la ‘Unión Europea’, aunque esta no representa los intereses de los ciudadanos de esa región, sino a enclaves corporativos.

Es importante comprender que el mundo cambió radicalmente a partir de este nuevo siglo y que la única opción que tienen los países que no son potencia es unirse, declarar su independencia y oponerse a cualquier intento de intervenir en cualquier país de la región. Los pronunciamientos de la OEA, donde 29 de 32 países de América apoyaron a Venezuela, la declaración contundente del Alba y Unasur, el Grulac (Grupo Latinoamericano y Caribeño), demuestran que los discursos violentos y amenazadores ya no asustan a los pueblos soberanos. Hay que sostenerse en los principios de soberanía los cuales amedrentan a quienes intentar pervertir la democracia real.

Más bien, hoy hay que aprovechar la oportunidad de unirse plenamente y consolidar el G77, el MNOAL, el BRICS, entre otros, oponiendo toda su fuerza documental a la ONU, la que ya no es garante pleno de la paz ni de los intereses de los pueblos libres del mundo, sino de megafamilias bélicas. Es la hora de la fundamentación ante el imperio que usa el matonaje. Por ello, cabe contrastar de modo ejemplar ese discurso atemorizante con la intervención del embajador de Rusia en la ONU, Vitali Churkin, en una exposición documentada, seria, firme, con atributos legales y constitucionales, frente a los vituperios provocativos, soeces, injerencistas, de John Kerry y el representante de Inglaterra, quienes olvidan Malvinas y Kosovo, en lo que se puede denominar en términos técnicos, hipocresía pueril o incoherente, más que doble moral (ya que fingir ha sido la constante de estas potencias hegemónicas). Instó a recordar que el referéndum que se llevó a cabo en Kosovo no tenía el aval de Servia y, ante ello, la ONU dispuso que todos los pueblos tienen derecho a separarse si lo desean y su ciudadanía lo ratifica, lo que fue apoyado calurosamente por la UE y EE.UU. ¡Qué incoherentes ahora!

Parece que la ola de golpes de Estado contra los pueblos fue detenida abruptamente en Siria y ahora en Crimea, pese a continuar los intentos desestabilizadores como en Venezuela, lo que implica estar alerta constantemente pues este período de contradicciones durará décadas. Comienza un nuevo ciclo y la República Autónoma de Crimea es una realidad, no obstante reiterar que solo la firme determinación del pueblo, de Rusia y China, en esta fase concreta, y el desarrollo de una presión cada vez más fuerte para realizar elecciones sin obstáculos en Ucrania misma (con la posibilidad de que si existen inmensas regiones que no soportan el yugo nazi tiendan a la separación) serán un claro escarmiento para el tipo de acción que han desarrollado desde 1950 los poderes ocultos, ubicados en el lado oscuro de la Humanidad.

Lo cierto es que los Gobiernos de Obama, Cameron, Merkel, fueron forzados a sacarse el disfraz de demócratas apoyando el neofascismo, tal como lo hacen claramente con Al Qaeda: prefirieron la ideología neoliberal —el negocio económico y geopolítico— defendido por la Gestapo de Maidán antes que la autonomía y la libertad que expresan las naciones soberanas.

La exportación de golpes de Estado o el nacionalsocialismo-fascismo no son una opción que pudiese pensarse sino por mentes enfermizas, ávidas de poder y llenas de odio, dispuestas a asesinar para lograr sus intereses. La posición del Gobierno de los Estados Unidos, Inglaterra y Alemania —no la de sus ciudadanos— los deja junto al nazismo, lo que les impedirá desde ahora poner a la democracia como su carta garante.

Lo cierto es que el Referéndum ya está materializado y los detractores tendrán que aceptarlo obligatoriamente por su legitimidad o crear una guerra, lo cual debilita nuevamente a las Corporaciones. Esta es una gran oportunidad de enarbolar banderas para los pueblos que desean independizarse de sus amos. Sin soberanía no hay democracia.

– El autor, Carlos Santa María, es analista internacional

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1 Comentario

  1. Carliño es chiquitín periquin

    Desde Canarias, donde algún día el afan escondido de este archipielago por su independencia de España saldrá adelante, estoy con usted.
    Los pueblos son soberanos.

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