Victor fue uno de esos marineros valientes y consecuentes, a quien conocí, cuyo aporte valioso continuó luego del exilio, con su preparación profesional y revolucionaria en el Instituto Técnico Militar ITM, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, para más tarde incorporarse a la lucha clandestina en el FPMR en tareas que eran de su conocimiento y saber, las comunicaciones estratégicas de la organización.