El incidente del golfo de Tonkin y Ucrania
Toda la prensa occidental habla de “tensiones entre Rusia y Ucrania”. De ese modo ocultan que la cuestión de fondo es la voluntad yanqui de reforzar su dominio militar sobre el planeta, pisoteando el derecho de continentes enteros, comenzando por Europa. Como queda dicho, las tensiones provienen de la voluntad yanqui de rodear militarmente a Rusia, y de “contener” a China.
La increíble sordera de Washington y Londres
Y por fin Estados Unidos respondió a la proposición rusa de tratado que garantizaría la paz. Pero la respuesta estadounidense fue una negativa a discutir los argumentos de Rusia. Al mismo tiempo, Washington organizó una gran campaña mediática acusando a Moscú de prepararse para invadir Ucrania en febrero, acusaciones que se encontraron frente a un desmentido oficial del gobierno ucraniano.
¡Los Biden embarrados hasta el cuello en Ucrania!
El senador republicano Ronald Johnson, acaba de denunciar que la tensión en las relaciones entre Washington y Moscú se ha visto artificialmente incrementada, por un escandaloso caso de corrupción, escenificado en Ucrania, que involucra, nada menos, que al hijo del Presidente Joe Biden.
Europa y la guerra de Ucrania
La ONU sabe que Rusia no es la única potencia agresiva en el conflicto actual, y que bastaría con que Ucrania cumpliera los acuerdos de Minsk para que cesaran las hostilidades. ¿Por qué Ucrania no puede seguir siendo un país neutral como Finlandia, Austria o Suecia?
¿Dirigió Pippi Calzaslargas las negociaciones de la OTAN con los rusos?
¿Es arrogancia o estupidez, o ambas? Hacer como que el mundo sea tuyo tiene consecuencias peligrosas en la política militar internacional. Tanto los Estados Unidos como los europeos de la OTAN no reconocen en absoluto la gravedad de la situación y el peligro para la seguridad europea en las negociaciones de Ginebra y Bruselas.
«Biden empuja al mundo a asumir un riesgo terrible de confrontación nuclear en Europa»
En opinión del analista César Vidal, Biden está «empujando al mundo a asumir un riesgo terrible de confrontación nuclear en Europa» y es «intolerable» que la OTAN avance hacia la frontera rusa y quiera desplegar armamento nuclear en Ucrania.
Lo que Putin le dijo realmente a Biden
No habrá guerra de la OTAN contra Rusia – como el propio Martyanov ha demostrado ampliamente- la OTAN no duraría ni cinco minutos contra las armas hipersónicas rusas. Y Moscú se centrará en lo que realmente importa desde el punto de vista geoeconómico y geopolítico: consolidar la Unión Económica de Eurasia (UEE) y la Gran Asociación de Eurasia.
¿Cómo surgió el «problema» entre Rusia y Ucrania?
El territorio de Ucrania formó parte del Imperio de los zares rusos, por siglos. Con el triunfo de la Revolución Bolchevique, Ucrania pasó a formar parte de la Unión Soviética. Al desaparecer esta, Ucrania se declaró independiente, pero pasó a formar parte de la Comunidad de Estados Independientes una organización supranacional compuesta por diez de las quince exrepúblicas soviéticas. Vea las explicaciones que da Putin a los hechos que han conducido hasta la crisis que vive hoy y que ponen al mundo al borde de una guerra mundial.
Ucrania y Rusia en máxima tensión: ¿se viene la escalada final en el Donbass?
Convencionalmente, los EEUU no pueden ganarle a Rusia en Europa, al menos en el Este de Europa, y la Administración Biden debiese despertar a la realidad de que pudiese no sobrevivir a una escalada cualquiera. De hecho, los modernos Kalibrs, 3M13Ms, tienen un alcance de 4.500 km, los misiles de crucero X-101 llegan a más de 5.000 km, y no tendrían ningún problema en penetrar el espacio aéreo yanqui si son lanzados por los bombarderos estratégicos rusos sin siquiera abandonar la seguridad de su propio espacio aéreo en Rusia.
Ucrania: ¿En busca de una guerra?
Este viernes ‘El Zoom’ analiza la creciente escalada de tensión que se focaliza en Donbass a tenor de la concentración de tropas ucranianas en la zona y los últimos ataques por parte de Ucrania contra las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk. Javier Rodríguez Carrasco pone encima de la mesa de qué forma el Gobierno ucraniano y sus patrocinadores de EE. UU. intentan buscar una provocación contra Rusia para justificar un conflicto fratricida que esconde intereses políticos y económicos.