La crisis capitalista, ante una pandemia que desnudó las desigualdades innecesarias y violentas, la inaceptable negación de la salud, la educación y aún de la vida para grandes sectores, que ha llevado al mismísimo Fondo Monetario Internacional a pedir aumento de los impuestos a los ricos. La reciente derrota aplastante del golpismo también en Bolivia. Son solo algunos de los signos inequívocos que auguran este cambio de época y esta época de cambios, en la que ya estamos enrumbados.