Weibel: “Un periodista puede amenazar a la corrupción y a los corruptos, no a la seguridad de un país”
La investigación que lleva la Fiscalía Centro Norte por la interceptación al periodista Mauricio Weibel y cuatro militares que denunciaban actos de corrupción institucional, promete más de un dolor de cabeza a la institución armada. Lo anterior porque el Ministerio Público estableció que desde la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) se monitorea a distintos profesionales de la comunicación.
Volodia en 1980: “La historia está siendo interpretada como la obra de una elite aristocrática y jamás como la de un pueblo participante”
Tratan de inculcar a la juventud por todos los medios los desvalores del consumismo, del exitismo individual y del apego al dinero. La desigualdad, según su explicación, no es un hecho social sino consecuencia de factores genéticos: los hombres capaces surgen y los seres inferiores permanecen en la miseria. Su ideología reposa en dos piedras angulares: la seguridad nacional y la economía de libre mercado. La primera concibe el país como un regimiento mandado por un grupo predestinado, a cuya cabeza figura el César de uniforme. La segunda considera al ser humano como una moneda de cambio”.
Armada se niega a entregar información sobre viajes del comandante en jefe
La Armada se negó a entregar información sobre los viajes realizados por el comandante en jefe de la institución naval, almirante Julio Leiva, defendiendo la decisión en que entregar dichos antecedentes atenta contra la seguridad nacional. [Ja,ja, ja, ja, ¡¡Seguridad Nacional!!]
La militarización de la seguridad nacional: una tendencia que va más allá de los signos políticos
La polémica desatada en Argentina puede ser una buena oportunidad para revisar el papel de las FFAA en los países latinoamericanos, lo que conlleva ciertas sorpresas. Sabemos que se utilizan legalmente en Brasil, Colombia, México y ahora en Argentina, pero la realidad nos dice que en la mayoría de los países del continente los militares participan en el orden interior, más allá del signo político del gobierno, sea conservador o progresista.