El siglo XX nace y muere en Sarajevo: es una de las tantas paradojas de ese siglo, que se presenta como el más brutal y sanguinario en la historia de la humanidad y, a su vez, el más dinámico y cambiante. Tiene a su haber dos guerras mundiales, que, en definitiva, son actos de un mismo drama – la primera dio pábulo a la segunda – en que la rusa fue una gran revolución, con sus consecuencias y seguidillas en la china y en la cubana y las guerras de liberación de los países africanos.