A partir del 29 de noviembre de 1974,  cuando Jorge y su pareja Carmen Bueno fueron secuestrados en plena Providencia, esquina Bilbao con Los Leones, por un escuadrón de hombres de civil, Rodolfo e Irma se abrieron al mundo.  Formaron un equipo de dos, fortaleciendose el uno al otro, en las incontables gestiones para dar con el paradero de Jorge y Carmen.