Vergüenza. La palabra está bien escogida. Pero la fórmula debe ser, muy precisamente, ‘vergüenza ajena’. En pleno siglo XXI un grupo de autodesignados padrastros de la patria se arroga el derecho de decidir sobre las leyes que debe respetar toda la Nación. Vergüenza. Vergüenza ajena. Chile en el muladar del Derecho.