La lamentable muerte de un funcionario municipal el 21 de mayo en Valparaíso nos obliga nuevamente a preguntarnos a quiénes y a qué sirven los encapuchados que siempre irrumpen en las jornadas de movilización social, sin que las policías demuestren alguna eficacia en detenerlos y ponerlos ante la justicia. Con el tiempo que pasa, cada día crece más la sospecha de que estos grupos son administrados por alguien desde las sombras del poder; de otra forma no podríamos explicarnos su impunidad.