Como era de esperarse, se está produciendo la rebelión de los privilegiados, que no admiten ningún cambio, pues están muy satisfechos con su situación de abundancia y comodidades que le brinda el Chile construido por Pinochet y muy bien administrado por los traidores de la Concertación y por de el millonario frívolo, Sebastián Piñera, que sólo saben defender, muy eficazmente, los intereses de los ricos.