Las imágenes bastan para comprender que esta vez no se trata de simples protestas por un asesinato. Es algo mucho grande y fuerte lo que está detrás de este movimiento de repudio y rechazo de una sociedad que se basa en la injusticia, el racismo, la brutalidad policial, contra una parte importante de su población. ¿En que terminará este movimiento? Nadie puede asegurarlo con claridad. Como todo proceso social, los hechos agarran su dinámica propia y arrasan con lo que antes considerábamos inamovible y monolítico. Minnesota es un punto de giro. Habrá un antes y un después.en la sociedad norteamericana.