El lunes en Los Ángeles, California, más de 30.000 docentes de los centros educativos públicos se declararon en huelga, muchos de ellos desafiando la lluvia torrencial junto a sus simpatizantes mientras marchaban por el centro de la ciudad. Los docentes exigen la reducción de la cantidad de alumnos por clase, mejores salarios, la regulación de las escuelas “chárter” y la contratación de más personal de enfermería, terapeutas y bibliotecarios. La huelga es la primera de este tipo en casi 30 años.