Evo Morales puede mostrar dos éxitos extraordinarios en la Presidencia de Bolivia durante 14 años: estabilidad política, en una sociedad cruzada históricamente por bruscos y violentos cambios de Gobiernos y una economía pujante, con una mejora sustancial de la distribución progresiva del ingreso.
Logró, de ese modo, que Bolivia deje de ser señalado como el país más pobre de América latina, para transformarse en una experiencia económica, social y política que despierta admiración a nivel mundial.
Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) el motor del crecimiento del PIB de Bolivia ha sido la inversión pública, destacando también la expansión del consumo. En este año, la inversión pública en infraestructura y energía, así como en salud y educación, junto al crecimiento sostenido del consumo, facilitará que «la economía continúe mostrando un ritmo de avance similar al de 2018».