En “Hipocritilandia” no ha habido reconciliación – si tomamos el sentido cristiano de la palabra – que supone, en primer lugar, establecer la verdad, de la cual, apenas, hemos recorrido un mínimo camino; en segundo lugar, arrepentimiento sincero – la mayoría de los militares y de la derecha fascista no han mostrado la menor voluntad de hacerlo, salvo algunos hipócritas golpes de pecho -; en tercer lugar reparación que, al estilo de los neoliberales del duopolio, ha sido miserable y puramente monetaria – para estos enanos que dictan cátedra de moralidad y de ética, es “la justicia en la medida de lo posible”…