Debemos entender que una reforma educacional no es un asunto menor, que no se trata de consignas más o marchas menos. El asunto es pensar en el país que se necesita para varios decenios por llegar. Es la patria que está dejando las herramientas para las nuevas generaciones, lo que se llama el futuro, palabra tantas veces colgando de enojados carteles y consignas pegadas en los muros.