A pesar de que existen presunciones tan fundadas en cuanto a que Salvador Allende habría sido ultimado en La Moneda, la versión oficial, como la de su propia familia, insisten en que éste se suicidó en 11 de septiembre de 1973. Sin embargo, lo que no podrá negar la historia es que su pensamiento y legado han sido trágicamente asesinados durante la posdictadura por quienes aún se proclaman como sus admiradores y compañeros de ruta.