Quienes nos opusimos a la barbarie genocida de 1973, no aceptamos y rechazamos las versiones justificadoras de los crímenes que cometieron militares y Carabineros, crímenes cobardes, cuyos hechores pretenden ocultar, arrastrando a las  FF.AA. a una defensa corporativa, ensuciando el honor de generaciones de oficiales y suboficiales quienes no aceptan tales fechorías pero que no tienen un espacio para manifestar su desacuerdo.