A esta hora exactamente, hay un niño en la calle
A esta hora exactamente hay un niño en la calle,
hay un niño en la calle.
Es honra de los hombres proteger lo que crece,
cuidar que no haya infancia dispersa por las calles,
evitar que naufrague su corazón de barco,
su increíble aventura de pan y chocolate.
Sepulcros blanqueados
¿Qué han hecho estos pechoños por tantos niños abandonados en las calles por las madres adolescentes? ¿De qué manera han contribuido para colaborar en erradicación de los campamentos, focos de miseria? En vez de consagrar su vida a los más pobres – como reza el evangelio – los pedófilos de Cristo se dedican a reproducir la clase dominante para que, posteriormente, se encargue de explotar a los pobres. Según la doctrina del Opus Dei, “sus chinas” – empleadas domésticas – los obreros y los demás empleados dependientes, deben ganar el cielo haciendo bien su trabajo, es decir, limpiarles bien el culo a los rubiecitos de su amo.