Esa obsesión por mentir
Igual que en 2003, cuando difundieron la escandalosa mentira de las “armas de destrucción masiva” en Irak para justificar la destrucción de un país que, todavía hoy, sigue sumido en un interminable calvario de dolor y muerte. Ahora repiten el libreto, a favor de una población domesticada, propensa a aceptar los argumentos más absurdos –el “consenso prefabricado” del que habla Chomsky–, tales como aquel que reza que Siria constituye una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos.