Qué duda queda que, en octubre de 2019, Chile dejó de ser la sociedad creada por el terror de la dictadura civico-militar de Pinochet y la burguesía chilena. Dejo de ser la sociedad petrificada por la traición que provocó el incumplimiento de las promesas hechas por la Concertación, en cuyos gobiernos La Alegría NUNCA llegó. El Chile popular, el Chile trabajador, el Chile mestizo, el Chile de plurinacional, el Chile que está haciendo nacer una democracia en un estilo que hasta hoy no conoce paralelo, es un ser en desarrollo. Chile despertó y ya no volvera a ser el mismo.