Pero contrario a lo que cuentan los interesados, para llegar a esta situación los chilenos recorrimos un camino largo y difícil, el Plebiscito no fue posible por la “voluntad democrática” de la dictadura, como dice la derecha, otorgándole al genocida de Pinochet el galardón de haber entregado el poder de forma voluntaria para iniciar la transición a la democracia. Tampoco el fin de la dictadura se produjo por la habilidad de los negociadores de la Concertación, quienes tal y como presentan los hechos, pareciera que ellos convencieron a la derecha y a las FFAA de abandonar el poder.