[Los gobiernos occidentales debieran] apoyar el desarrollo de estados eficaces que no se atengan al asesinato ni las milicias, levantar instituciones cívicas que no dependan del terror, […] Cuandoquiera que nuestras fuerzas armadas han bombardeado o invadido países musulmanes, han hecho que empeorase la vida de los que allí viven. Las regiones en las que nuestros gobiernos más han intervenido son las que más sufren a causa del terrorismo y la guerra. Lo cual no es ni casual ni sorprendente.