“Nada más llegar, nos han requisado los pasaportes, nos han retenido y obligado a tomar un avión de vuelta al Estado Español”, relata Orbegozo. La expulsión se concretó en torno al mediodía, cuando fueron conducidos a un avión con destino a Gran Canaria. “Una vez más, la Policía marroquí ha vulnerado los derechos humanos y ha vuelto a impedir el trabajo de las y los observadores internacionales”, apuntó, por su parte, Amaia Arenal.