El 2 de mayo fue detenido Bustillo junto con tres hondureños más, acusados de ser los autores y programadores del asesinato de Bertha Cáceres el 3 de marzo. No era cualquier persona Sergio Rodríguez. Él es el gerente de la empresa Desa, acusado por dar órdenes a Bustillo de reclutar los sicarios materiales del asesinato y reclutar a Mariano Díaz, un mayor activo del Ejército de Honduras, especialista de inteligencia militar y con experiencia de la guerra en Irak.