Chile: violencia institucional
La Concertación le regaló solapadamente a la futura oposición de derecha la mayoría parlamentaria, a través de las Reformas Constitucionales concordadas a mediados de 1989. Y luego procedió -también solapadamente- a provocar con sus políticas discriminatorias del avisaje estatal la destrucción de todos los medios escritos de centroizquierda en los 90.
Felipe Portales: "Lo que Pinochet no pudo hacer, lo hicieron los gobiernos de la Concertación"
Y eso han sido los 30 años, por eso es notable eso de: “No son 30 pesos, son 30 años”. Porque no dijeron «No son 30 pesos, son 46 años», no, son 30 años. O sea la responsabilidad es de la Concertación. La dictadura lo sabemos fue terrible y generó este sistema, eso está muy clarito, pero lo que no está clarito para nada son los 30 años posteriores y ahí hay una responsabilidad fundamental, no de la derecha, sino de la Concertación.
La Concertación es la responsable fundamental de la mantención, de la legitimación, de la consolidación y del perfeccionamiento del modelo heredado de Pinochet. Más riguroso es decir el liderazgo de la Concertación, porque hay muchas bases de la Concertación que todavía está engañada, o quieren sentirse engañada.
Gigantesco autoengaño histórico (II)
Desconocemos que, para evitar los cuestionamientos (a la convergencia con el pensamiento económico de la derecha) de una prensa de centro e izquierda que no compartía esa convergencia con el neoliberalismo, los sucesivos gobiernos de la Concertación adoptaron diversas políticas silenciosas, pero muy eficaces, para destruir dichos medios; como lo ha denunciado reiteradamente -entre otros, y sin haber sido nunca desmentido Juan Pablo Cárdenas. Dichas políticas incluyeron -desde Patricio Aylwin la mantención de la discriminación del avisaje estatal que les había hecho la dictadura; el bloqueo gubernamental de sustanciales a-poyos financieros prometidos por el gobierno de Holanda; y la compra de algunos de esos medios, por personeros concertacionistas, para luego cerrarlos.
Libertad de Prensa y democracia bancaria
Como los comerciantes de armas forman el corazón del enriquecimiento de la industria bélica, las venas de los medios de comunicación están conformadas por los avisadores, entre ellos, uno de los principales es el Estado que, desde la recuperación de la democracia, han servido para favorecer los Diarios de la empresa de El Mercurio y COPESA. Los intentos para terminar con esta lacra han sido muchos, incluso, la comisión investigadora de la cámara de diputados y las continuas luchas y presiones de los diputados díscolos, hasta ahora, han sido infructuosas. El Estado se ha convertido en cafiche permanente de estos medios de comunicación, a quienes rinde pleitesía y, por supuesto, los traidores de la Concertación no movieron ni un dedo para salvar los Diarios independientes, entre ellos, Apsi, Análisis, La Época, Fortín Mapocho, entre otros.