Hace cinco años y medio de la detención arbitraria y tres del juicio por el que un tribunal militar de las Fuerzas Armadas Reales marroquíes de Rabat les condenara a penas que van desde los 20 años de reclusión a la cadena perpetua, por su militancia política y participación pacífica en el campamento de Gdeim Izik, conocido también como el campamento de la dignidad.