Las próximas elecciones, presidenciales y parlamentarias, estarán ligadas al abuso de poder y a la corrupción, porque predomina como referente, en la opinión pública, el enriquecimiento ilegal o ilegítimo de algunos políticos o, de autoridades de gobierno, o el favorecimiento ilegal o ilegítimo a las organizaciones a las que están integrados, gracias a los cargos que desempeñan o sus conexiones con quienes los tienen.