A estas alturas, Zelensky se ha dado cuenta de que la OTAN sólo estaba dispuesta a permanecer a su lado y provocar sus desplantes contra Moscú hasta que llegaran los blindados rusos. Descubrió rápidamente que estaba abandonado por todos, especialmente por Estados Unidos, cuyo representante en las Naciones Unidas dijo ayer que no enviaría ni un solo soldado o avión a Ucrania.