Las sociedades civilizadas han avanzado al condenar la tortura y a los tratos crueles e inhumanos, sin embargo, este método se emplea cotidianamente y existe en el mundo aún apologistas de la tortura, mes recientemente, el caso del hijo de Krassnoff, Miguel Krassnoff Bossa, quien hizo un homenaje en un recinto, propiedad del Estado de Chile, pagado con el dinero de todos los ciudadanos, cuyo padre ha sido sentenciado a más 600 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad, que han incluido asesinatos y torturas, entre otros delitos.