El temple moral de Allende
Han transcurrido 35 años desde aquel trágico 11 de septiembre en el que el Presidente Allende, luego de combatir por más de cuatro horas contra las abrumadoramente superiores fuerzas militares golpistas, cuando ya se le había terminado el parque, y no quedaba otra salida digna, enfrentó solo la muerte en el Salón Independencia de La Moneda, en los momentos en que su vetusto edificio era envuelto en las llamas y la humareda provocadas por la metralla, los cañonazos y el bombardeo aéreo.
¿Llegará a puerto la Comisión de Reforma del Régimen Político?
La Cámara de Diputados no tiene por qué ser sólo un buzón de los proyectos del Ejecutivo, ni tampoco una productora de leyes: una verdadera cámara política, que represente la soberanía popular, tiene que debatir no sólo la actualidad, sino también el deber proyectar el país hacia el Bicentenario. Este es el objetivo de la Comisión que se aboca al cambio del régimen político.
EE.UU. interviene en Bolivia
El gobierno legitimo de Bolivia hace bien al negarse a la violencia y acudir a la Ley, así sea esa Ley tan débil que casi no existe en el país. El mundo debe saber que la mayor fortaleza de Evo es su fuerza moral y la justicia que respalda su lucha. En un país en que seis de cada diez seres humanos viven como animales, sólo las bestias y los animales prefieren un retorno a un pasado horrible hecho de hambres, esclavos, explotación y crímenes.
Los bolivianos tienen una nueva ocasión de recordar que Los Andes son la esencia y el alma de su patria. No hay renegados en Los Andes. Hoy deberán recordar que su pueblo fue el primer rebelde de América, el más bravo.
Los olvidados
Estamos ante un problema cultural y a la vez un problema ideológico. Algo, quizá mucho, de la nefasta dictadura militar ha quedado latente en Chile. La herida no fue solamente el terror, la muerte, la represión; el escándalo no fue solamente las cuentas brujas, la corrupción, el enriquecimiento ilícito, también la herida (abierta) ha sido cambiar el alma de Chile, cambiar, para peor, la forma de ser de un país entero, también el escándalo es no reconocer este otro Chile de promesas que no se cumplen, de tramitaciones constantes, de perversos olvidos.
Pistas prácticas para cuidar de la Tierra (I)
Dos principios son fundamentales en la superación de la crisis actual por la que pasa el planeta Tierra: la sostenibilidad y el cuidado. La sostenibilidad, asentada en la razón analítica, tiene que ver con todo lo que es necesario para garantizar la vida y su reproducción para las generaciones actuales y futuras. El cuidado, fundado en la razón sensible y cordial, se refiere a los comportamientos y a las relaciones con las personas y la naturaleza, marcadas por el respeto a la alteridad [1], por la amorosidad, por la cooperación, por la responsabilidad y por la renuncia a toda agresividad.
Articulando estos dos principios podremos devolver equilibrio y vitalidad a la Tierra. Ofrecemos algunas sugerencias prácticas para que cada uno haga su revolución molecular (Guatarri): la que comienza por la propia persona, y es la base para el gran cambio de todo el sistema.
La magia del cambio
El cambio es una palabra mágica en política y su sola mención logra movilizar a miles de electores. Sería impensable pensar en un político exitoso que no recurriera a la idea del cambio. En general, el concepto de cambio fue asociado a la izquierda; en la actualidad, lo utilizan, indistintamente, la izquierda y la derecha. Las elecciones, en una democracia formal, equivalen a unos festivales de promesas y esperanzas, para superar el marasmo en que se desarrolla la vida cotidiana.
Los infartos de Salvador Allende: Una nota médico-detectivesca
Muchos de los que no conocieron a Allende, o sólo lo conocieron superficialmente, se sorprenden ante el valor, autocontrol y sangre fría demostrada por éste el día 11 de septiembre. En realidad estas cualidades estuvieron presentes en la personalidad y conducta del líder popular desde siempre. Todo lo que, en cuanto a esto, hizo el Golpe fue crear las condiciones que pondrían ante los ojos de su pueblo aquellas virtudes heroicas, dignas y viriles que adornaban la personalidad y figura del Presidente, las que no eran en absoluto desconocidas para aquellos que tuvieron el privilegio de tratar con él desde muy cerca.
Por favor, si alguien ve a la presidenta
….avísenle que murió calcinada Juana María Pichinao y otras cinco personas que aún no han sido identificadas en el pueblo de Santa Bárbara en la Región del Bío Bío.
Habría que informarle también que se trata de familias muy pobres que vivían hacinados en una casa de madera y calentaban sus huesos con carbón y que eso incendió su carencia.
También decirle que no son nombres muy conocidos ni relacionados con las mayores fortunas del país, ni son dueños sino de su miseria. Y sugerirle que haga el mismo gesto que hizo con los familiares de las familias ricas y poderosas. E informarle que no se ha escuchado de ninguna autoridad algún mensaje de condolencias para las familias afectadas.
El otro Allende
Muchos de nosotros podríamos acumular testimonios sobre lo que, paradójicamente, ante tanta tergiversación, hubiera de defender como “el otro Allende”. El de profunda convicción revolucionaria; el de la decisión permanente de sostener el proceso de transformaciones, la reforma agraria, hasta erradicar el latifundio, la constitución del área social en la que se entregaban a los trabajadores las actividades económicas estratégicas que antes dominaban el imperialismo y la burguesía; el dirigente que siempre buscó no aislarse de las masas, y apelar a ellas; y también el que estuvo dispuesto a asumir responsabilidad personal por las consecuencia de errores y torpezas de otros.
Inconstitucionalidades
Los señores feudales agrupados en torno al empresario candidato de los empresarios para ocupar el trono real, aplauden de pie al Gran TC.
El rey antecesor, su majestad Ricardo, está preocupado de negar su responsabilidad en el Engendro del Transporte, culpando a nuestra reina, usando nuevamente su dedo acusador para salvar su imagen. Olvidando que, mientras su índice apunta imputador, sus tres dedos: medio, anular y meñique, apuntan hacia él mismo.