Mercosur, Unasur y la indecisión del Brasil
Resulta más que preocupante la crónica indecisión de Brasilia en relación al papel que debe jugar en los proyectos integracionistas en curso en Nuestra América. Y esto por una razón bien fácil de comprender. Henry Kissinger, que a su condición de connotado criminal de guerra une la de ser un fino analista de la escena internacional, lo puso de manifiesto cuando, satisfecho con el realineamiento de la dictadura militar brasileña luego del derrocamiento de Joao Goulart, acuñó una frase que hizo historia. Sentenció que “hacia donde se incline Brasil se inclinará América Latina”.
La rebelión latino-caribeña estremece a la OEA
¿En qué otra región del mundo es posible ver hoy tan contundente pronunciamiento colectivo de independencia y soberanía respecto al imperio? Es verdad, el proyecto aprobado fue presentado por Bolivia, Venezuela, Ecuador y Nicaragua –miembros de la Alba con nítidas posturas antimperialistas-, pero no es menos cierto que recibió el apoyo de todos los gobiernos latinoamericanos y caribeños nada menos que en estos términos: “(la OEA)condena las actuaciones que violan las normas y principios básicos del derecho internacional, como la inviolabilidad de los Jefes de Estado” y “hace un firme llamado a los gobiernos de Francia, Portugal, Italia y España para que brinden las explicaciones necesarias sobre lo acontecido con el presidente Evo Morales, así como las disculpas correspondientes”.
Chile rumbo al estado de excepción
Los historiadores del futuro observarán este período de la historia de Chile con particular interés. Su posición les permitirá ver cuestiones que a nosotros se nos pasan por alto, entre tanta noticia que recorre Santiago. Los historiadores del futuro, seguramente, tendrán la lucidez que hoy nosotros no tenemos para ver las constantes y los quiebres que se manifiestan como marcas tectónicas solo visibles desde gran altura.
Los brasileños desnudan en la calle el falso milagro económico
Los medios internacionales gustan de ver ‘primaveras’ donde lo que se cocina es algo más profundo y menos efímero. Las inmensas movilizaciones en las calles de Brasil son fruto de resistencias históricas y recientes. Si los políticos empiezan a lanzar señales de escucha es porque son miles en las calles y tienen un apoyo masivo.
El desencadenante ha sido el aumento en los precios del transporte público. Después le siguió la protesta por el derroche en macroeventos deportivos mientras las desigualdades se perpetúan en el país. Pero lo que ocurre en Brasil no es sólo una protesta puntual, ni un estallido de incontrolados, como se quiere contar desde algunos medios.
EE.UU. – RUSIA: drogas, petróleo y guerra
Luego de la caída de la Unión Soviética, los EE.UU. han surgido como la mayor potencia mundial. Imponer su supremacía sobre la URSS se convirtió en una de sus prioridades. Golpes de estado, presiones, guerra: a nada han renunciado con tal de lograrlo. En oportunidad de una conferencia en Moscú, Peter Dale analizó esa estrategia de dominación y su financiación a través de las drogas y el petróleo.
El imperio global
Hoy las clases gobernantes no piensan invertir los medios proporcionales en la transformación social de aproximadamente 5 mil millones de habitantes de la Tierra y están dispuestas a impedir con firmeza la aparición en el escenario político de las fuerzas alternativas, capaces, siguiendo el ejemplo de los bolcheviques, de encontrar estos medios en los recursos que pertenecen a los actuales propietarios.
El desproporcionado encanto de la Alianza del Pacífico
La Alianza del Pacífico tiene tres objetivos. Uno: sujetar a los países del Pacífico como exportadores de bienes naturales, consolidarlos como países sin industria y enormes desigualdades y, por lo tanto, con crecientes dosis de militarización interna. Dos: impedir la consolidación de la integración regional y aislar a Brasil, pero también a Argentina y Venezuela. Tres, y esto nunca lo dicen sus defensores: formar la pata americana de la Alianza Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), que Estados Unidos pretende convertir en el brazo económico de su megaproyecto militar para contener a China.
Erdoğan y “la mujer de rojo”
Los acontecimientos que sacuden Turquía desde hace algo más de una semana nos han pillado a todos desprevenidos porque, como es evidente, todo esto no se veía venir. La izquierda turca no lo esperaba. Los “analistas” estaban convencidos de que Turquía era ajena a las circunstancias que han servido de caldo de cultivo para las movilizaciones que, con sus rasgos específicos, han sacudido varios países europeos y árabes e incluso los Estados Unidos. Y también le ha pillado de imprevisto al Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdoğan, y a su Gobierno, que han vivido una década prodigiosa en la que, contando con el respaldo de más o menos el 50% del electorado, han sido capaces de hacer y deshacer sin enfrentarse a movimientos de oposición “fuertes”… hasta ahora.
El crecimiento infinito es inviable, es sólo para las elítes
En la que vivimos es una sociedad de crecimiento y consumo que enfatiza el beneficio como un logro exclusivo del ámbito privado, sin cuantificar el uso que hace de la propiedad pública, los caminos, los servicios, el conocimiento, el trabajo, y que no se hace cargo de los desechos, ni de la contaminación de los recursos naturales. Cualquier intento que se haga por gravarla con impuestos o royalties, desata la furia animal de los empresarios y el inicio del cataclismo del terror para justificar actos de guerra, golpes de Estado o la represión contra de la población que protesta.
La "Operación Cóndor": El terrorismo de estado de alcance transnacional
Con el descubrimiento de «Los Archivos del Terror» en Paraguay se han abierto nuevas posibilidades para aplicar la justicia a los principales agentes represivos del cono sur de América, de tal modo que sus delitos no queden en la impunidad. La esperanza ha renacido en los familiares de las víctimas de la represión en Argentina, Paraguay, Brasil y Chile mientras que el general Manuel Contreras, así como sus protectores y cómplices (Léase Pinochet) «tiemblan» ante las nuevas evidencias de su terrorífico trabajo.