En el verdadero bicentenario de la independencia
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
16 años atrás 5 min lectura
A pesar del superávit fiscal, en gran parte producto del alto precio del cobre, Chile es uno de los países de América Latina que tiene más riesgos, a mediano plazo, de una gravísima crisis energética. Se sabe que el petróleo y el gas natural se agotarán en 20 ó 30 años más. Nuestros gobiernos, por diversos motivos, han sido incapaces de diseñar una política de seguridad energética a mediano y largo plazo: jamás se anticipan a los acontecimientos y reaccionan tarde y mal; nuestra demanda de electricidad está calculada en un 7% anual y todo indica que este porcentaje aumentará y el PIB apenas llaga al 5%, al menos, este año. Es evidente que nuestra conciencia sobre la crisis energética sólo se despierta cada vez que nuestros vecinos argentinos nos cortan la cañería.
Veamos los distintos aspectos de esta clásica imprevisión nacional: Chile no tiene una política de amistad con sus vecinos, por el contrario, es prepotente y cargante; nuestros gobiernos, durante años, apostaron a abandonar a América Latina y privilegiar los Tratados de Libre Comercio con América del Norte, Europa y Asia. Éramos los cartagineses de América del Sur. Como toda decisión política, tiene efectos secundarios: nuestra relación con los países vecinos podemos calificarla como errática, superficial y coyuntural. Durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle nos entusiasmamos con el gas natural que venía de Argentina, pues era barato, seguro ambientalmente y nos protegía de las sequías que, con frecuencia, afectaban a las empresas hidroeléctricas. No sé si Chile ganó o fueron las empresas porque es evidente que no siempre ambos intereses coinciden.
Con Bolivia seguimos en statu quo: mucha conversación pero ningún resultado que permita visualizar la venta de gas boliviano a Chile. Es que es ingenuo creer que la agenda abierta pueda dejar de lado el tema de la reivindicación marítima boliviana, por lo demás, toda solución al fin y al cabo supone concesiones mutuas.
Respecto a Venezuela y lo único que podemos decir es que nuestra política con ese país amigo, además de desubicada y mal agradecida, ha hecho imposible aceptar la mano tendida del gobierno de la República Bolivariana para incluirnos en una política conjunta, de carácter latinoamericano, respecto al problema energético.
Con Brasil, nuestro principal aliado histórico, no tenemos ningún acuerdo energético y nuestras relaciones políticas son deslavadas y sin la importancia que requiere el principal país de América Latina. En conclusión, estamos aislados, solos, mal mirados y tenemos que rascarnos con nuestras propias uñas.
La energía eléctrica que consumimos está toda en manos privadas, en su mayoría transnacionales; este fue un regalito más de Pinochet. Tenemos generadoras, fundamentalmente hidroeléctricas, como Endesa y Enersis y termoeléctricas como Gener y Guacolda; muchas de ellas mezclan ambas fuentes de energía. Se sabe que las hidroeléctricas, además de inundar terrenos agrícolas, tienen el talón de Aquiles en el factor climático – la lluvia -. Por lo general, estas empresas privadas ocupan los diez primeros lugares en el ranking de rentabilidad, constituyen un alto porcentaje del índice Ipsa, que este año ha subido un 20%. Enersis, Endesa y Gener pagan entre un 40 y un 50% por la cotización de sus acciones. Si usted es accionista de cualquiera de estas empresas puede estar seguro de que duplicará su capital en dos años. A qué se debe tanto éxito? Primero que todo, al alto precio del nudo de electricidad que paga el consumidor y, además, la hidroeléctricas han tenido la fortuna de una situación climática excepcional y se han beneficiado de las crisis del gas argentino, y las termoeléctricas son caras y dañinas para el medio ambiente
Es lógico que la perspectiva del Estado, que se supone debe velar por el bien común, es radicalmente contradictorio con el de las empresas privadas, cuyo único objetivo debe ser dar lucro a sus accionistas. No hay que pedirle a las empresas amor por el país que las acoge, ni menos responsabilidad por los problemas nacionales.
Claro que hay organismos reguladores, pero en un Estado pequeño, como el nuestro, donde predomina el capitalismo salvaje, sus facultades son magras y, además, no pocas veces actúan a favor de las empresas, chantajeados ante la idea de que estas abandonen sus inversiones en Chile; lo único que interesa es tener contento al inversionista, aún a riesgo de destruir el medio ambiente. Me atrevería a llamar a Chile un Estado “geischa.
¿Qué hacer entonces? La única solución conocida es diversificar la matriz energética, pero no cualquier diversificación: no se trata de comprar a altos precios gas licuado, de los países asiáticos, que puede ser una solución momentánea, pero no estratégica. No hay más camino usar fuentes de energía perdurables y amigables con el medio ambiente, como la solar, la eólica, geotérmica, de desechos orgánicos y agrícolas, entre otras. Chile es un país volcánico, su territorio está colmado de aguas termales, la energía geotérmica es barata y absolutamente limpia. La energía solar tiene sobra en el desierto de Atacama; tenemos 5.000Km. de mar, cómo no explorar el poder de las olas. Si agregamos los productos de la agricultura, explotados en todo el mundo, como sustituto del petróleo, Chile tiene una inmensidad de posibilidades en su naturaleza para ser rico en energía. Por qué no ponemos manos a la obra?
Artículos Relacionados
Salvador Allende, un ejemplo que perdura
por Fidel Castro Ruz (Cuba)
17 años atrás 17 min lectura
Reforma electoral, una ocasión para terminar con el senado
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
11 años atrás 4 min lectura
Paraguay. Operación masacre en gestación
por Luís Agüero Wagner (Paraguay)
17 años atrás 7 min lectura
Día feliz del trabajo
por Movimiento Autónomo de Filosofía UC del Norte (Chile)
18 años atrás 2 min lectura
DOCUMENTOS RNE: Caso Pinochet, en las fronteras de la justicia
por Radio Nacional de España
31 segundos atrás
23 de septiembre de 2025
3 de marzo del año 2000, Pinochet regresa a Chile tras su liberación de su arresto de 503 días en Londres. Un caso que se había iniciado con la orden internacional de detención contra el dictador chileno dictada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
«No hay niño mío ni tuyo ni suyo, los niños son nuestros»
por Jorge Drexler y Jorge Limón
14 horas atrás
22 de septiembre de 2025
El Fin y el medio
Canción de Javier Limón y Jorge Drexler ‧ 2018
Letras
Un refugiado es un refugiado
Un niño es un niño y el miedo es el miedo
Destierro es destierro
Y una hipocresía es una hipocresía
No hay signo, no hay bando
No hay ideología ni misterio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
Un daño es un daño, del verbo dañar
Todos los daños son daños centrales
Un niño es un niño
No existen los daños colaterales
No hay meta, no hay causa
Ningún motivo, ningún premio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
El fin es un punto por siempre distante
Una cambiante ficción
Un ciclón a merced de una hoja
Una paradoja como la de Zenón
Donde algo parece que se va acercando
Y siempre se escapa, siempre se esconde
Siempre a la misma exacta distancia
De un mismo horizonte (mismo horizonte)
El dedo que aprieta el gatillo
Debería saber esto
No hay tuyos ni suyos ni míos
Si son niños, son nuestros (todos los niños son nuestros)
Ni patria ni credo hay
Ni diferencias de criterio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
«No hay niño mío ni tuyo ni suyo, los niños son nuestros»
por Jorge Drexler y Jorge Limón
14 horas atrás
22 de septiembre de 2025
El Fin y el medio
Canción de Javier Limón y Jorge Drexler ‧ 2018
Letras
Un refugiado es un refugiado
Un niño es un niño y el miedo es el miedo
Destierro es destierro
Y una hipocresía es una hipocresía
No hay signo, no hay bando
No hay ideología ni misterio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
Un daño es un daño, del verbo dañar
Todos los daños son daños centrales
Un niño es un niño
No existen los daños colaterales
No hay meta, no hay causa
Ningún motivo, ningún premio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
El fin es un punto por siempre distante
Una cambiante ficción
Un ciclón a merced de una hoja
Una paradoja como la de Zenón
Donde algo parece que se va acercando
Y siempre se escapa, siempre se esconde
Siempre a la misma exacta distancia
De un mismo horizonte (mismo horizonte)
El dedo que aprieta el gatillo
Debería saber esto
No hay tuyos ni suyos ni míos
Si son niños, son nuestros (todos los niños son nuestros)
Ni patria ni credo hay
Ni diferencias de criterio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
Gaza / Israel: análisis del reciente veto solitario de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad
por Nicolas Boeglin (Costa Rica)
15 horas atrás
22 de septiembre de 2025
«Lo que está ocurriendo en Gaza no es una operación militar, es una agresión a gran escala contra nuestro pueblo. Son masacres contra civiles inocentes. Nada en el derecho natural ni en el derecho internacional permite atacar a civiles y perpetrar contra ellos ataques tan indiscriminados y bárbaros»