Malaria: cada 45 segundos muere un niño. ¿Vacuna? No es un mercado atractivo
3.000 millones de personas viven expuestos a infectarse con esta enfermedad a nivel mundial. No hay una vacuna efectiva, porque quienes la necesitan no tienen dinero para pagarla, es decir, «no hay mercado para ese producto»
Se estima que 800.000 personas mueren anualmente debido a la malaria.
Cada 45 segundos muere un niño en Africa por malaria. y el mundo no arma ningún escándalo, ni cierra fronteras, ni cuarentenas.
El factor humano
Y los medios –no sólo los hegemónicos- no saben cómo o qué informar, se pierden en lamentar las pérdidas bursátiles y se olvidan de los condenados de la tierra, los marginados de estas sociedades de consumo. Muchos, queriéndolo o no, desde derecha e izquierda, se han transformado en armas funcionales a la batalla que Estados Unidos ha lanzado para no perder su hegemonía económica frente a China.
El sencillo mensaje Lavarse las manos frecuentemente es para muchas familias más que un consejo, una ilusión o burla, en una región donde el 40% de hogares carece de acceso al agua potable en sus casas, señala Álvaro Verzi Rangel.
El debilitamiento de la Organización Mundial de la Salud, OMS, y su controvertido financiamiento privado
Presentamos una serie de artículos referidos al polémico y crucial asunto del financiamiento privado de este organismo mundial, el que hoy en día, sólo obtiene un cuarto de sus recursos por la vía del aporte directo que hacen los gobiernos. Y con ello, su progresivo debilitamiento en las últimas dos décadas, lo que, con fundadas razones, permite sospechar de sus directrices y lineamientos actuales, en virtud de lo que numerosos actores han venido denunciando desde hace años, esto es, que las políticas neoliberales y privatizadoras han dejado a la OMS a merced de condicionamientos y sesgos favorables a las grandes corporaciones privadas relacionadas con la Salud, en particular, las grandes farmacéuticas, junto al dominio del Gobierno de Estados Unidos.
La máscara de la "Muerte Roja"
Durante mucho tiempo, la «Muerte Roja» había devastado la región. Jamás pestilencia alguna fue tan fatal y espantosa. Su avatar era la sangre, el color y el horror de la sangre. Se producían agudos dolores, un súbito desvanecimiento y, después, un abundante sangrar por los poros y la disolución del ser. Las manchas purpureas por el cuerpo, y especialmente por el rostro de la victima, desechaban a ésta de la Humanidad y la cerraban a todo socorro y a toda compasión. La invasión, el progreso y el resultado de la enfermedad eran cuestión de media hora.
La máscara neoliberal y la del coronavirus
La máscara nos reveló a esas clases sociales que son generalmente invisibles y que hoy están afuera, en la calle, trabajando, para garantizar nuestra supervivencia. Ahora bien, esta nueva geografía social existe desde hace mucho. En Francia, como en la mayoría de los países occidentales, hay una polarización del trabajo y de la sociedad. Por un lado, están los empleados calificados, móviles, que hablan varios idiomas, trabajan en las empresas internacionales y venden por mucho dinero su capacitación en el mercado del trabajo. Por el otro, están los empleados poco calificados, en su mayoría mujeres mal pagas que están al servicio de la otra clase social para ir a buscar a los niños a la escuela, hacer tareas de limpieza.
Corona, medios de comunicación, propaganda
Incluso en la situación actual, se aplica la vieja y probada regla de la propaganda: cuanto menos se conoce, mayor es la especulación. Para los lectores atentos, en cambio, esto ofrece la oportunidad de evaluar la seriedad y la orientación de los diversos medios y autores. Cualquiera que simplemente muestre curvas exponenciales con el número de pruebas positivas o muertes está engañando al lector (o ha sido engañado por él mismo). En la situación actual, sólo se puede confiar en aquellos que hacen las verdaderas preguntas. Y no muchos lo hacen.
La histeria interminable
Desde que en Wuhan, con sus 11 millones de habitantes, con constantes neumonías y todo tipo de gripes y enfermedades, saltó la alarma se empezó una campaña muy sensacionalista. Se monitorizó la temperatura de sus habitantes y ya entonces, de forma inmediata, hilamos cualquier temperatura alta con coronavirus y, a su vez, relacionamos el coronavirus con una letalidad que, al final, va a ser mayor que las medidas tomadas contra él.
A todo esto, se llenan los telediarios de datos sin contrastar con otras epidemias, de ansia por engullir a la población en las pantallas sin darle tiempo a pensar ni a reaccionar, sometiéndola a un estrés y una psicosis irresponsable en busca de audiencias y de competir a ver quién alerta más.
Gripe en España: casi 800.000 casos, 52.000 ingresados y 15.000 muertos
Concientemente copiamos como título los términos que el sitio «redacción médica» utilizó el 23 de octubre de 2018. Queríamos llamar su atención y mostrarle lo absurdo de lo que vemos y oímos en estos días, en comparación con la historia vivida hace apenas 2 años. Compare Usted y saque sus conclusiones.
Carta Abierta a Angela Merkel; "mi preocupación radica sobre todo en las consecuencias socioeconómicas verdaderamente imprevisibles de las drásticas medidas de contención que se están aplicando"
«El motivo de mi preocupación radica sobre todo en las consecuencias socioeconómicas verdaderamente imprevisibles de las drásticas medidas de contención que se están aplicando actualmente en grandes partes de Europa y que también se practican ya en gran escala en Alemania.
Mi deseo es discutir críticamente -y con la necesaria prudencia- las ventajas y desventajas de restringir la vida pública y los efectos resultantes a largo plazo.
Para ello, me planteo cinco preguntas que aún no han sido respondidas adecuadamente, pero son indispensables para un análisis equilibrado.»
Epidemia de coronavirus: ¿y después?
El mundo seguirá, por supuesto, porque esta pandemia no terminará con la especie humana. ¿O será, como dice esa visión “conspiranoica” presentada más arriba, que ya hay poderes que están preparando la vacuna? (con la que podrán meternos cualquier cosa, eventualmente). ¿Terminará el capitalismo con todo esto? ¿Terminan las luchas de clases? ¡¡Ni remotamente!! En todo caso, se reconfigura el mundo. Probablemente China se alce como la potencia dominante, con una economía más sólida no basada en la especulación financiera sino en la producción de bienes reales, con una sólida y efectiva reserva monetaria fijada en toneladas de oro y no en papeles bursátiles, y el dólar vaya perdiendo su hegemonía.