Lo que desnudaron las elecciones estadunidenses es la fractura interna que vive la sociedad, el empobrecimiento de las mayorías y el enriquecimiento obsceno del 1%. Pero también desnudaron el papel vergonzoso de los medios de comunicación, empezando por los respetables
The New York Times y The Wall Street Journal, que no tuvieron empacho en titular que Trump era el candidato de Vladimir Putin. Robert Parry (periodista de investigación que destapó el escándalo Irán- Contras) afirma que el otrora respetable Times ha perdido su senda periodística, convirtiéndose en una plataforma de propaganda y apologética de los poderosos
(goo.gl/BbVy1d).
La campaña desnudó también la fractura de instituciones tan vitales para el 1% como la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que fue quebrada internamente por las presiones de Hillary Clinton para que no investigara sus correos. Con Trump perdieron Wall Street, el complejo industrial-militar, la arquitectura internacional fraguada por Estados Unidos desde 1945 y el 1%, que apostaron fuerte por Clinton. Ahora rodean al vencedor para condicionarlo, algo que no les va a costar mucho porque pertenecen a la misma clase y defienden los mismos intereses.
Es probable que negros y latinos sufran más con un gobierno de Trump. Pero, ¿es que ahora lo están pasando bien? Bajo los gobiernos de Barack Obama las muertes de afroestadunidenses a manos de la policía crecieron de modo exponencial, la brecha de ingresos entre latinos y afroestadunidenses respecto a los blancos creció a consecuencia de la crisis de 2008.
En 2013 la renta de los blancos era 13 veces mayor que la de los afroestadunidenses y 10 la de los latinos, mientras en 2004 era siete veces superior en los primeros y nueve en los segundos (goo.gl/7CWaIE).
La situación de los migrantes mejorará si fortalecen sus organizaciones, las extienden y se movilizan contra el 1%, no por lo que decida la Casa Blanca. La política de los demócratas consistió en cooptar a pequeñas élites de las minorías raciales para usarlas contra las mayorías negra y latina, y para exhibirlas como trofeos electorales. Lo mismo hicieron respecto a las mujeres: un feminismo para blancas de clases medias altas.
Pero no es el racismo ni el machismo lo que irritó al 1%, sino las propuestas de Trump hacia el sector financiero y en política internacional. Propuso aumentar los impuestos a los corredores de fondos de alto riesgo, los nuevos ricos sumisos a Wall Street. Defiende una alianza con Rusia para combatir al Estado Islámico y auspiciar salidas negociadas en Medio Oriente. Frente al intervencionismo descarado, propone concentrarse en los problemas domésticos. Otra cosa es que lo dejen, ya que sin guerra el 1% puede venirse abajo.
Desde América Latina, el triunfo de Trump puede ser entendido como un momento de incertidumbre en la política imperial hacia la región. No debemos aventurar pronósticos. ¿Recuerdan cuando Bergoglio fue ungido Francisco I, y muchos aseguraron que haría un papado reaccionario? Bajo la administración Obama (iniciada en 2009) hubo golpes de Estado en Honduras y Paraguay, la destitución ilegítima de Dilma Rouseff en Brasil, la insurrección derechista en Venezuela, incluida la profundización de la guerra contra el narco en México, iniciada por su antecesor George W. Bush. Peor no nos pudo ir con el progresista
en la Casa Blanca.
Para los de debajo de América Latina las cosas pueden cambiar, en varios sentidos.
En primer lugar, el discurso machista y racista de Trump puede alentar a las nuevas derechas y facilitar la profundización de los feminicidios y el genocidio de los pueblos indio y negro. La violencia contra los pueblos, principal característica de la cuarta guerra mundial/acumulación por despojo, puede encontrar menos escollos institucionales (¡menos aún!), mayor legitimación social y silencio de los medios monopólicos. No es una nueva tendencia, sino más de lo mismo, lo que de por sí es grave. Será más difícil contar con paraguas institucionales de protección y, por lo mismo, los represores se verán con las manos más libres para golpearnos.
La segunda tendencia es que el sistema pierde legitimidad cuando se disparan tendencias como las que encarna Trump. Este proceso ya se venía perfilando, pero ahora se produce un salto adelante con la pérdida de credibilidad popular en las instituciones estatales, que es una de las cuestiones que más temen las élites del mundo.
La tercera cuestión es la división entre las clases dominantes, tendencia global que debe ser analizada con mayor profundidad, pero que tiene efectos desestabilizadores para el sistema y, por lo tanto, para la dominación. Básicamente, hay quienes apuestan todo a la guerra contra los pueblos y otros que creen que es mejor ceder algo para no perderlo todo. Que los de arriba estén divididos es una buena noticia, porque la dominación será más inestable.
Por último, los de abajo lo vamos a pasar peor. La inestabilidad y el caos son tendencias estructurales, no coyunturales, en este periodo. Es doloroso, pero es la condición necesaria para poder cambiar el mundo. Sufriremos más represión, estaremos en peligro de ser encarcelados, desparecidos o asesinados. Se avizora mucho sufrimiento en el horizonte. El capitalismo se cae a pedazos y los escombros pueden enterrarnos. La contracara es que muchos dejarán de creer que la única forma de cambiar el mundo es votar cada cuatro o seis años.
Fuente: La Jornada
Artículos Relacionados
La crisis del pensamiento crítico latinoamericano
por Emil Sader (Brasil)
10 años atrás 5 min lectura
Bolivia: ¿Revolución o Reforma?
por Cipo y Facundo Lazarte (El Alto Bolivia)
19 años atrás 8 min lectura
Netanyahu pone fin a la «solución de los 2 Estados»
por Thierry Meyssan (Francia)
10 años atrás 6 min lectura
Por qué la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de Pekín vuelve con fuerza en 2023
por Pepe Escobar (París, Francia)
2 años atrás 12 min lectura
¡Te voy a hacer MAGA, baby!
por Pepe Escobar (Desde Moscú)
4 meses atrás 8 min lectura
Centenario de grandes matanzas en Tarapacá
por Felipe Portales (Chile)
3 horas atrás
16 de mayo de 2025
En junio próximo se cumple el centenario de uno de los mayores crímenes masivos de nuestra historia los cuales permanecen todavía desconocidos para la generalidad de los chilenos. Se trata de varias matanzas efectuadas por el Ejército en diversas oficinas salitreras de la provincia de Tarapacá a comienzos de junio de 1925.
Burkina Faso: del legado de Sankara a la aparición de Traoré
por Fundación para la integración Latinoamericana
4 horas atrás
16 de mayo de 2025
El liderazgo de Ibrahim Traoré en Burkina Faso ha despertado ecos del pasado. Como en los tiempos de su referente histórico Thomas Sankara, el joven presidente africano desafía el orden internacional con una visión nacionalista y panafricana.
El origen terrorista de Israel: lo que los medios no te cuentan
por Dr. Alfred de Zayas (EE.UU. - Suiza)
14 horas atrás
16 de mayo de 2025
El origen terrorista de Israel: lo que los medios no te cuentan.
En el aniversario de la Nakba: Cineastas entregan en forma gratuíta sus películas sobre la lucha de Palestina. Aquí tienes la lista
por piensaChile
1 día atrás
15 de mayo de 2025
A la luz de los acontecimientos actuales en Palestina, un gran número de cineastas han puesto sus películas sobre Palestina a disposición en línea de forma gratuita.