¿Por qué un empresario puede levantar su megatorre y megaedificio en el corazón de un barrio tradicional de la ciudad, arriesgando con provocar un colapso vial que afecte la calidad de vida de miles de personas, sin que se le exijan a tiempo medidas de mitigación? ¿Por qué otro empresario (también de la estirpe de los «mega») puede comprarse una cuadra entera de otro barrio tradicional y, después de un plebiscito comunal en el que los vecinos dijeron claramente «no» a la destrucción de su espacio vital, levantar un mall ? ¿Por qué otros empresarios pueden convertir a la Patagonia en una guitarra eléctrica? Si pueden hacerlo es porque la noción y la pasión genuina por lo público y por el espacio público se han hecho añicos en estas décadas, y no hay legislaciones ni una élite política que cuiden y protejan lo que es de todos. El «todos», el «nosotros», han desaparecido como una entelequia romántica y, al debilitarse las barreras de contención de la desmesura y la avidez, el gran Monstruo de la Usura y la ganancia fácil anda suelto por las calles y los bosques de Chile, devorándolo y devastándolo todo.
De a poco, hemos ido reemplazando nuestra antigua identidad republicana (a la que adhirieron desde la izquierda a la derecha) por un curioso engendro de país de colusiones y oligopolios. El país se remata, se vende, se subasta (ya lo hemos dicho antes) al mejor postor. Hablemos primero de la gran colusión, la matriz de todas las colusiones, la más escandalosa de todas: la de las dos coaliciones que se reparten -desde las secretarías de sus oficinas partidarias- el poder político de Chile. Ellas -bajo el loable argumento de la estabilidad- se repartieron Chile «miti-miti». Ambas se han convertido, en los hechos, en el mozo o moza que sirve el café a los lobistas de los oligopolios. Ellos, los expertos en hacer la vista gorda y derramar de cuando en cuando unas lágrimas de cocodrilo por alguna causa loable, sólo para conseguir votos. Ellos, los mismos que cada cierto tiempo construyen sus propias teleseries o reality-shows de dimes y diretes, para hacernos creer que realmente les interesa mejorar el sistema de representación que hoy nos asfixia. Y si les interesa realmente eso, ¿por qué entonces no renuncian en masa? ¿Por qué no se van a gozar de sus cómodas jubilaciones financiadas por el erario público y dejan el paso a una nueva dirigencia, pero nueva de verdad?
Uno llega a sospechar que esta gran «colusión» de los bloques políticos fue armada para hacer posible un plan de depredación de todo aquello que tiene valor pero no precio; de lo más sagrado y entrañable, el alma y el cuerpo de Chile, eso por lo que nuestros antepasados -los bisabuelos de la degradada élite dirigente de hoy- dieron su vida. Es un poco tarde e impresentable -a estas alturas y ante hechos consumados- levantar la voz y pedir medidas de mitigación para la torre soberbia y narcisista, el «Costanero». Ya es tarde para que una legislación a la altura de nuestra geografía pare la afrenta de la hidroeléctrica. Ya es tarde para impedir que se destruya, incendie, saquee el poco patrimonio urbano que nos va quedando. Es tarde, porque al estar lo público, el «servicio público» en ruinas, es fácil que las ratas y las termitas se desaten a devorar los restos de las grandes construcciones. Qué paradoja es que el proyecto de un gran y nuevo Barrio Cívico se inicie en el momento en que el espacio público ha ya sido pulverizado por los mismos que hoy lideran su remozamiento. Sé que no es una columna optimista, acorde con un espíritu veraniego, y tal vez esté contaminada por el cansancio del que todavía no se va de vacaciones. Como voy a dejar de leer los diarios, y estaré sin internet ni televisión por unas semanas, tal vez regrese en marzo pensando que Chile, el país, la nación (esa que amamos a pesar de la desmesura y las colusiones) todavía pueda flamear sobre este mágico, único y delicado fin de mundo.
El Mercurio. 02.02.12
*Fuente: Patagonia Sin Represas
Artículos Relacionados
Entre la necesidad de revisar la historia y las justificación de la Conquista, el debate que encendió López Obrador
por
6 años atrás 6 min lectura
El mundial, la miseria y el SIDA en Sudáfrica
por Félix Población (España)
15 años atrás 3 min lectura
Pensamiento reaccionario chileno hoy: a partir de un nuevo manifiesto
por Adolfo Vera (Chile)
8 años atrás 10 min lectura
¿Qué hacer con el superávit que generará el precio del cobre?
por Hernán Narbona V. (Chile)
19 años atrás 3 min lectura
Bernardo Leighton y Francisco Vidal: distintas maneras de enfrentar la prepotencia de la derecha
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
18 años atrás 9 min lectura
Las cincuenta medidas son una trampa para tontos
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
12 años atrás 4 min lectura
2 Comentarios
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Francia maniobra para salvar su desacreditado plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental
por Victoria G. Corera (Sahara Occidental)
4 horas atrás
29 de julio de 2025
Hay un hecho fundamental: el plan de autonomía es un intento unilateral de consagrar la ocupación del Sáhara Occidental, contraviniendo todas las resoluciones de la ONU y el principio de descolonización.
Dentro de la saga Epstein: vínculos con el servicio de espionaje israelí y presidentes de EEUU
por Maryam Qarehgozlou
17 horas atrás
29 de julio de 2025
Según un informe de WSJ, el ex primer ministro israelí Ehud Barak y Epstein se reunieron aproximadamente 30 veces entre 2013 y 2017 en las residencias de Epstein en Florida y Nueva York, incluida una instancia en 2014 cuando el ex primer ministro israelí acompañó a Epstein en su jet privado de Palm Beach a Tampa, después de lo cual Epstein continuó hacia Nueva York.
Francia maniobra para salvar su desacreditado plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental
por Victoria G. Corera (Sahara Occidental)
4 horas atrás
29 de julio de 2025
Hay un hecho fundamental: el plan de autonomía es un intento unilateral de consagrar la ocupación del Sáhara Occidental, contraviniendo todas las resoluciones de la ONU y el principio de descolonización.
«Estamos ahora trabajando en medio de la muerte, y los tanques no están sino a unos pocos metros de nosotros…»
por Complejo Médico Nasser (Gaza, Palestina)
3 días atrás
27 de julio de 2025
Estamos más cerca del final que de la vida.
Los soldados no distinguen entre un niño o un anciano, entre un médico o una enfermera.
Pero seguimos aquí, no porque no tengamos miedo. sino porque nuestra humanidad no nos permite marcharnos.
A su inicial pregunta que se hace el auto, habría que responder: Porque los empresarios son los reales dueños del país y de su Estado y hasta de su democracia.
Y esa su tan añorada: “El «todos», el «nosotros», han desaparecido como una entelequia romántica…” simplemente es una romántica expresión, porque la realidad eso, por lo menos desde que Chile es Chile, NUNCA hubo el “todos” y el “nosotros”. Siempre existieron y existirán, hasta cuando los desplacemos, solo ELLOS, ellos los empresarios, los capitalistas, que importa que sean chilenos o extranjeros, solo ellos.
Sería bueno, que el autor lejos simplemente de enunciarlo, describiera eso de “»colusión» de los bloques políticos fue armada”, para asi poder entender a quienes se refiere, y poder por ella comentar algo..
Pero diremos simplemente: los partidos, movimientos y etc. con sus bloques, no son sinó los BLOQUES DEL OPORTUNISMO y de LAS ALIANZAS PARA SUS NEGOCIOS.
Quedémosnos con la gran colusión esa que entendemos toditos los chilenos, facilito , la Alianza y la Concertación. Hay cosas tan inexplicables como observar que nunca hemos visto un verdadero bloque de oposición, que una se sienta mínimamente identificada con algo , pero nada,pura chimuchina, todo se deshace entre los dedos , no existe algo concreto , real , ambas son la misma cosa, por eso la gente no puede aprobarlos quedan repitiendo de curso, por no haber aprendido nada , pero nada durante el año.