Sebastián Piñera se asemeja a un personaje de tiras cómicas que
publicaba El Mercurio, en mis años mozos., y se llamaba El reyecito;
este personaje miraba la realidad desde su punto de vista y, por
supuesto, cargado de altas dosis de narcisismo. Los tres tenores de la
derecha mundial, Nicolás Sarkozi, Silvio Berlusconi y, ahora, Sebastián
Piñera en conjunto están practicando una categoría que podríamos llamar
“de espectáculo”: en este caso, lo que interesa es no perder, por ningún
motivo, el monopolio de la pantalla de televisión – no en vano
Berlusconi y Piñera son dueños de sendos canales y de clubes deportivos
-.
El síndrome de la farándula, en estos tres casos, es completamente
incontrarrestable. Si por azar cualquiera de estos presidentes símbolos
dejaran de aparecer en pantalla y se dedicaran a trabajar se les
produciría una depresión tan profunda que, seguramente, exigiría
tratamiento psiquiátrico de urgencia. Esta es una forma de gobernar que,
en términos populares, podríamos denominar de puros “saltos y pedos”.
El espectáculo no ha dado, a ninguno de los tres, el rendimiento
esperado: Sarkozi tiene menos del 30% de apoyo ciudadano en las
encuestas de opinión y el “cabalieri”, una cifra similar; Sebastián
Piñera apenas logra un 52%, el mismo porcentaje de votos obtenidos en la
elección presidencial y el peor de los presidentes de la “transacción”.
Si pudiéramos caracterizar estos primeros meses del gobierno de Piñera,
el elemento central se ubica en un activismo permanente; el presidente
corresponde, perfectamente, a su sobrenombre “la locomotora”: un día
prepara tallarines a los terremoteados, otro, visita el lugar de
concentración de la selección, en Pinto Durán, desplegando un discurso
mete pata – tratando a los futbolistas por su sobrenombre y, sobretodo
al serio y sesudo y reconcentrado Marcelo Bielsa, a quien llamó “el
loco”; en cada espectáculo, como aquellos tenores novatos, pareciera que
anduviera buscando no los aplausos, sino el abucheo del público que,
por muy ignorante que parezca, tiene el buen sentido de distinguir entre
los buenos y malos espectáculos – los ciudadanos no se dejan pasar, tan
fácilmente, “gato por liebre”.
El drama del presidente y su gabinete es que está rodeado es que cada
uno de ellos está dominado por los conflictos de interés – Su Excelencia
no ha podido o no ha querido, que para el caso es lo mismo,
desprenderse de ChileVisión y de Colo Colo; el jefe de Chile Deportes
es, a su vez, uno de los principales accionistas del Club Albo; el
superintendente de Isapres era fiscal de una de ellas y, así, suma y
sigue. En este gobierno no hay ninguna separación entre lo privado y lo
público: Chile es una gran empresa y sus ciudadanos, clientes y
proveedores; los únicos que no existen en este marasmo son las personas
y su dignidad, como si en Chile se realizara la peor de las anti
utopías contemporáneas: los fenicios contemporáneos son sólo cultores de
“mamón”.
Con una política tan miserable y un panorama tan triste, sólo va
quedando la estulticia de celebrar triunfos que no son tales – Chile
apenas le ganó a Suiza y a Honduras y llegó al mismo lugar, en el
mundial, que otrora lo llevara Nelson Acosta- y anunciar propuestas que
nunca se van a llevar a cabo, como aquella de llegar a un millón de
empleos o equipararnos con Portugal hacia el año 2018, lo que equivale a
puros saltos y pedos, y levantar el orgullo en base a falsas promesas
que, finalmente, se convertirán en “desesperanzas aprendidas”.
El pobre “reyecito” de nuestra historia no puede dormir pensando en la
mano que le negó Marcelo Bielsa que, espero, no sea a causa del invento
del genial imitador Kramer. Son tan mediocres nuestros políticos
actuales que no sería nada raro que Marcelo Bielsa se convierta en el
líder de la oposición a Piñera; dentro de sus pesadillas también se
imagina que la sirena Michelle Bachelet, con su dulce voz, sigue
conduciendo el barco de su gobierno a los arrecifes como aquel de odiseo
La verdad es que toda esta situación de puro espectáculo y saltos y
pedos demuestra, una vez más, que derecha chilena es incapaz de gobernar
democráticamente y que, al corto tiempo, estos gobiernos personalistas,
bonapartistas, terminan en la completa debacle; si usted quiere
encontrar similitudes en la historia con respecto al actual gobierno,
debe recurrir a Carlos Ibáñez del Campo y a Jorge Alessandri: doce
desastrosos años de gobiernos personalistas en nuestra historia.
05/07/10
Artículos Relacionados
Pequeño resumen al borde de las páginas de la vida real
por Amador Ibañez (Chile)
15 años atrás 8 min lectura
Venezuela: Odio, Política y Demencia
por Amado de Mérici (Chile)
18 años atrás 9 min lectura
Palestina: una guerra contra los niños
por John Pilger (VoltaireNet)
19 años atrás 9 min lectura
Brasil: Coalición y movimientos sociales
por Frei Betto (Brasil)
19 años atrás 4 min lectura
El día que Joaquín Sabina canto el futuro del P.S.
por Pablo Varas (Chile)
8 años atrás 5 min lectura
Caso Bernarda Vera: «El Estado tiene la obligación de investigar, verificar, lograr la verdad, realizar la justicia»
por Leonardo Buitrago (Chile)
21 segundos atrás
30 de septiembre de 2025
Un reciente reportaje de CHV Noticias sobre el caso de Bernarda Vera, registrada oficialmente como detenida desaparecida desde 1973, ha generado conmoción en el seno de las organizaciones de derechos humanos y, especialmente, entre los familiares de las víctimas de la dictadura.
Caso Bernarda Vera: «CODEPU está convencido que siempre es mejor la Verdad y la Justicia»
por CODEPU (Chile)
3 horas atrás
30 de septiembre de 2025
«El Estado de Chile tiene la obligación de investigar cada uno de los casos recogidos en los informes oficiales. El Esta(do tenía y tiene la obligación de realizar todas las gestiones para aclarar toda duda razonable en la calificación de una víctima.»
El palestino más buscado cuenta su historia
por Aymé Román (España)
7 horas atrás
30 de septiembre de 2025
Nacido en Belén en 1973, Abayat creció bajo ocupación, entre checkpoints, redadas y cárceles. Pasó por la tortura, perdió a más de 30 familiares y se unió a la Brigada de los Mártires de Al-Aqsa, brazo armado de Al-Fatah. Hoy lleva más de dos décadas deportado a España, sin posibilidad de regresar a su tierra.
Palestina, laboratorio de un capitalismo de guerra: las multinacionales en el corazón de la ocupación
por Elena Rusca
4 días atrás
26 de septiembre de 2025
Mientras la guerra arrasa Gaza, un informe de Naciones Unidas revela cómo empresas transnacionales participan activamente en la colonización económica de Cisjordania, con total impunidad.