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Colombia: «No existe lo que en el capitalismo se denomina el libre mercado de las ideas»

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La periodista Claudia Julieta Duque, colaboradora de Radio Nizkor, hace entrega al Gobierno colombiano del esquema de seguridad que tiene que utilizar para seguir viviendo y trabajando.

Bogotá, 10 de abril de 2008

Doctores:
Rafael Bustamante
Dirección de Derechos Humanos
Ministerio del Interior
Joaquín Polo Montalvo
Subdirector
Departamento Administrativo de Seguridad (DAS)
Ciudad

Ref. Entrega esquema de seguridad – Claudia Julieta Duque

Respetados doctores Bustamante y Polo,

Por medio de la presente, me permito hacer entrega del esquema de seguridad que tengo asignado, consistente en dos avanteles y un vehículo blindado. Esta decisión está fundamentada en la negativa de funcionarios del Ministerio del Interior y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) a rectificar las graves irregularidades, señalamientos y mentiras en que han incurrido quienes han tenido a cargo el manejo o la información sobre mi esquema, con los cuales se ha incrementado mi nivel de riesgo en franca contradicción con los principios y objetivos del Programa de Protección.

Durante los últimos meses he logrado comprobar mis denuncias respecto a la existencia de informes de inteligencia en mi contra, presentados entre otros por los señores Jaime Pinillos, hoy flamante director de la Oficina de Protección del DAS, Bonifacio Medina y Omar Álvarez, contratistas de dicha entidad, en los cuales se me acusa falsamente de diversos hechos que ya han sido controvertidos. En el caso del señor Pinillos, su oficio de septiembre de 2006 no cuenta con sustento alguno, y pese a tres derechos de petición, la única justificación que ha argumentado para haberlo presentado es un oficio firmado por Bonifacio Medina con ocho meses de posterioridad a su informe, esto es, en mayo de 2007.

Respecto al señor Omar Álvarez, a pesar de sendas cartas enviadas por la Fundación para la Libertad de Prensa y la suscrita, en las cuales desvirtuamos las afirmaciones contenidas en dicho informe, el subdirector del DAS simplemente se ha limitado a decir que éste, pese a estar cargado de mentiras y falsedades, fue presentado como parte del cumplimiento del contrato entre el DAS y el señor Álvarez, en el cual se le obliga a informar sobre “novedades y desplazamientos” por cuenta del servicio, lo cual no es este caso. En ningún momento puedo yo aceptar estas afirmaciones, que desconocen la realidad de los hechos y dan credibilidad a mentiras que sólo pueden generarme mayores riesgos, dado el hecho también probado de que el DAS ha estado detrás de gran parte de los hostigamientos y persecuciones en mi contra.

Por su parte, el Ministerio del Interior se ha negado a rectificar las falsedades contenidas en la respuesta a la acción de tutela que presenté en octubre de 2007, como lo he solicitado en dos ocasiones, la última de las cuales el pasado mes de febrero. A ello se suman los graves señalamientos realizados en mi contra por Zuleima Rolong, Ana Bolena Chamié e Iván Echeverri en octubre de 2007, quienes me calificaron de guerrillera y afirmaron que se me estaba investigando en el DAS y por ello yo deseaba hacer escándalos para desvirtuar eventuales detenciones en mi contra. Ni siquiera en broma puedo yo aceptar este tipo de acusaciones, realizadas ante varios funcionarios del Ministerio en medio del fragor y la rabia producida por el fallo de tutela de primera instancia. Aunque la señora Rolong haya negado mis denuncias, no puedo yo confiar en sus palabras, dado que en otras ocasiones el Ministerio ha faltado a la verdad en mi caso y se ha negado a modificar sus afirmaciones.

Es claro que, como lo dije en una carta el pasado mes de septiembre de 2007, el Ministerio y el DAS configuraron diversas situaciones para forzarme a la entrega del esquema que hoy estoy realizando. Pese a la decisión de los jueces de tutela en mi favor, el esquema de seguridad en las condiciones descritas anteriormente sólo me está poniendo en mayor riesgo. A ello se suman la lentitud en la contratación de un nuevo conductor, cuya hoja de vida pasé en febrero y sólo hasta ayer, un día antes de la sesión extraordinaria del CRER en que se trata mi caso, se le llamó para presentar las primeras pruebas de conducción.

Adicionalmente, me veo forzada a la entrega del esquema de seguridad dado el discurso del odio imperante en el gobierno nacional contra las expresiones divergentes al unanimismo de los tiempos actuales. No se necesita ser comunista ni guerrillero para afirmar que en Colombia no existe lo que desde los principios filosóficos del capitalismo se denomina el “libre mercado de las ideas”, según el cual el Estado debe asegurar que las ideas circulen libremente para que las mejores triunfen en su confrontación con las otras. No se puede hacer periodismo libre con carros blindados, escoltas que hacen labores de espionaje y sospechas de ser delincuente por el mero hecho de no estar de acuerdo. Considero una obligación ética la entrega del esquema a un gobierno que se niega a promover verdaderos espacios de discusión política, social y ciudadana, en medio de los cuales los medios llamados “alternativos” son sólo trincheras estigmatizadas y descalificadas por los dueños del poder.

Ningún organismo del Estado necesita hacerme labores de inteligencia para saber que no acepto ni apruebo la corrosión y profundización de la pérdida del Estado de Derecho en Colombia y la instauración de la impunidad, de la premiación a delincuentes que cortan la mano y asesinan a otros delincuentes, de la invasión a otros países con la excusa de matar al enemigo, de la instauración, mediante distintas reformas, de un Estado de excepción que, como diría Jaime Garzón, sólo puede ser entendido como un verdadero estado de decepción nacional.

Hago parte del 10 por ciento de ciudadanos que no están ni estarán nunca de acuerdo con el rumbo que ha tomado el país, y por ello he sido perseguida y amenazada. Entrego el esquema de seguridad por considerar que entre las principales amenazas que hoy afronto se encuentra el esquema en sí mismo. Esto no quiere decir que releve al Estado de su deber constitucional de protección, pues ahí siguen estando la justicia y mecanismos disuasivos de parte de las instituciones involucradas en los hostigamientos en mi contra. Como diría Jorge Eliécer Gaitán, “esos espíritus de mala intención callarían al simple imperio de vuestra voluntad”.

Atentamente,

CLAUDIA JULIETA DUQUE O.
Periodista

c.c.
Oficina en Colombia del Alto Comisionado de Derechos Humanos;
Relatoría para la Libertad de Expresión de la CIDH;
Reporteros Sin Fronteras;
IPYS;
FLIP;
Equipo Nizkor;
Fiscalía General de la Nación;
Procuraduría General de la Nación;
Corporación Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo;
Brigadas de Paz;
y Front Line Defenders.


Nota del Equipo Nizkor:
Claudia Julieta Duque es periodista y activista de derechos humanos. Como tal colabora con el Equipo Nizkor desde hace aproximadamente 10 años y trabaja en el proyecto de Radio Nizkor desde su creación en 2004, por lo tanto conocemos en forma puntual y detallada todas sus vicisitudes (amenazas, salidas fuera de Colombia en exilios temporales, etc) y su voluntad de permanecer en Colombia. Por todo ello y porque nuestro método de tratamiento de la situación de nuestros colaboradores nunca es pública, hemos apoyado silenciosamente cada uno de sus enfrentamientos con el Gobierno colombiano. Todas estas actuaciones y situaciones que afectaron a Claudia Julieta Duque han sido conocidas por otros organismos de derechos humanos y por organizaciones de periodistas. Si bien en los próximos días haremos público un comunicado más amplio, queremos dejar muy claro nuestro apoyo incondicional a esta postura ética frente al tratamiento a que ha estado sometida, como otros periodistas en Colombia, por parte de los organismos encargados de los sistemas de protección acordados con las organizaciones de periodistas, en este caso con la FLIP, y que se han convertido en una arma más de control y cohersión a los periodistas en peligro. Creemos sinceramente que es la única postura posible frente a una insostenible situación jurídica y humana que hace imposible el trabajo de cualquier colaborador conocido de Radio Nizkor. Hacemos responsable de su seguridad y de su vida al Gobierno de Colombia hasta que nuestra colaboradora abandone la República de Colombia en los próximos días.
* Fuente: Equipo Nizkor

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